Los niños acogidos por familias caen a la mitad en tres años

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Isabel da Riba cuida a una niña desde hace año y medio y dice que la experiencia compensa.
Isabel da Riba cuida a una niña desde hace año y medio y dice que la experiencia compensa. capotillo< / span>

Descienden también los hogares que colaboran con este programa

18 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El número de menores acogidos por familias con carácter temporal se ha desplomado en Vigo y son la mitad que en el 2011. En esta última anualidad eran 34 los niños o adolescentes que disfrutaban de un hogar de acogida provisional mientras se resolvían sus problemas familiares. En el 2012 se quedó en 28 y el pasado año no subió de 18. En lo que va del actual son una decena los acogidos. La misma tendencia se observa con las familias, aunque de forma menos acusada al oscilar entre 20 y 24.

Vigo y su área se caracterizan por su apoyo al programa que desarrolla Cruz Roja mediante un convenio con la Xunta que financia el Ministerio de Sanidad. En esta zona están el 35 % de los hogares que colaboran en la provincia.

La misión de Cruz Roja es buscar familias acogedoras que puedan atender a los menores que le deriva la Xunta y que se incorporan a los hogares a medida que llegan propuestas. Para ello existe un proceso de inclusión en el banco de familias de esta oenegé. Recientemente organizó un curso de formación en Pontevedra con la participación de siete nuevas familias de la zona viguesa.

A diferencia de lo que sucedía hace un año, cuando llegó a haber niños en espera de familias acogedoras, en la actualidad Cruz Roja no cuenta con ningún menor sin hogar de acogida. No obstante, el desarrollo del programa requiere de la formación constante de las familias y de la actualización del banco, al no ser un proceso de incorporación inmediata.

El programa de acogimiento se desarrolla desde hace 18 años para proporcionar atención temporal a menores en situación de riesgo, desamparo o desprotección. Para ello se les ofrece un ambiente normalizado ajeno a la familia biológica. No solo se trata de buscarles un hogar, sino también de que tengan cuidados, seguridad y la educación. A ser posible, manteniendo el contacto con su familia.

Todos los acogimientos son provisionales y con duración determinada en función de las necesidades y del problema que haya motivado la salida del menor de su casa. Su finalidad es el retorno del menor con su familia una vez superada la situación que dio lugar a su traslado a un hogar de acogida.