Esta vecina de Vigo se inscribió como familia acogedora monoparental en el 2012. Isabel da Riba Casaux conoció el programa en 1993 y le atrajo la idea. Desde diciembre del 2012 tiene a una menor que acogió con trece meses y ya ha cumplido dos años y medio.
Transcurrido más de un año de convivencia, esta funcionaria no tiene más que elogios para la experiencia: «Fue todo muy fácil desde el principio, una experiencia maravillosa. La niña es cariñosa y agradecida. Come y duerme muy bien y nos adaptamos enseguida», explica. Isabel no tiene hijos y asegura que está viviendo de alguna manera la experiencia de la maternidad. «Es un poco cansado, pero lo compensa ayudar a crecer y a desarrollarse. Vivo su entusiasmo, alegría e interés por todo, desarrollas tu capacidad, empatía y paciencia», añade.
Lo más duro para el hogar que acoge es la incertidumbre de cuándo se va a despedir de la niña, cuál será su futuro y si su familia se podrá hacer cargo de ella. Al principio le extrañaron los constantes traslados con la menor para visitar a sus padres, situación que fue cambiando con el tiempo.
Si algo tiene claro Isabel da Riba es que repetiría la experiencia y la recomienda a todas aquellas personas que tengan vocación y les gusten los niños, pese a lo duro que pueda resultar la renuncia llegado el día. De momento, y aunque es consciente de ello, es un asunto en el que no piensa cuando cada día lleva a la niña a la guardería.