Mientras que As Dornas se derriba, el Jonathan se mantiene otros 30 años
16 abr 2014 . Actualizado a las 20:42 h.La piqueta derribará por completo el restaurante As Dornas, situado en un extremo de la playa de Samil, y pasará de largo por el Jonathan, otro local de hostelería ubicado en el mismo paseo. Ayer, el alcalde eludió explicar el doble rasero aplicado y los motivos que llevan al Concello a dar un trato diferente a cada uno de los establecimientos. «El gobierno consideró que tenía que derribar uno y sacar a concurso otro», respondió.
El anuncio del derribo de As Dornas el 26 de abril del 2013 hizo concebir esperanzas de que el objetivo del Concello era cumplir lo recogido en el Plan Xeral de Urbanismo, es decir, liberar la playa de obstáculos para, llegado el momento, recuperarla. El proyecto implicaría el retranqueo del paseo y la desaparición de los negocios ubicados sobre el mismo. El propio alcalde aseguraba entonces que con su eliminación «romperemos con cuarenta años de edificios que ocupaban parte del paseo y eliminaban vistas». Un motivo más para no entender qué le lleva ahora a volver a adjudicar el restaurante Jonathan, cerrado hace casi un año, tras la muerte de su propietaria, Karina Fálagan.
La prevista licitación de este local por un período de treinta años y un coste aproximado de 450.000 euros supone un paso atrás en la recuperación de Samil y por ende para el cumplimiento del Plan Xeral.
La oposición del PP, que hace un año presionó al gobierno local para que ejecutara el derribo de As Dornas, pide ahora, a raíz de anunciar Caballero el mantenimiento del Jonathan, que se abra un debate sobre el futuro de Samil para alcanzar un consenso y da por hecho que no se podrá cumplir el Plan Xeral, al menos por ahora.
Al BNG le parece «un despropósito» volver a adjudicar el Jonathan «porque supón condenar Samil 50 anos máis e indica que non hai intención de recuperala», comenta la portavoz Iolanda Veloso. «Parécenos aberrante e non entendemos este empeño máis alá da súa preocupación polos intereses privados», añade. No entiende la concejala nacionalista cómo para unas cosas se cumple el Plan Xeral a rajatabla y para otras se desprecia. Apuesta por un modelo de paseo sostenible y exige una explicación.