Los montes de Oia ya están libres de las trampas de acero

Monica Torres
mónica torres OIA / LA VOZ

VIGO

Las cuerdas, colocadas a 1,40 metros del suelo, podrían provocar una muerte.
Las cuerdas, colocadas a 1,40 metros del suelo, podrían provocar una muerte.

Agentes de la Xunta y del Seprona baten la zona para asegurarla

19 dic 2013 . Actualizado a las 12:31 h.

Los peatones y ciclistas ya pueden volver a disfrutar de los montes de Oia sin peligro. También los usuarios de quads, coches o motos. Aunque estos últimos, insiste el agente forestal de zona, Antonio Pimentel, «deben recordar que el uso de vehículos a motor está prohibido, sin causa justificada, en zonas forestales». Tanto los agentes de la Xunta como los efectivos del Seprona han batido los montes y, a día de hoy, confirma Antonio Pimentel, «la zona está libre de trampas». Él mismo arrancó dos de las cintas de acero que aparecieron misteriosamente hace justo a un mes y que suponían un evidente riesgo ya que podrían provocar la muerte de cualquiera por asfixia. Se trata de cables de acero, similares a los que se usan en los viñedos pero colocados entre dos pinos, a una altura de unos 1,40 metros y localizados en pistas y caminos.

El servicio de la Xunta rápidamente alertó a la población y movilizó medios para localizar y erradicar cualquiera de estos dispositivos. «La colaboración ciudadana fue y siempre es fundamental en este tipo de intervenciones de prevención», resalta el agente de zona. Todavía realizan inspecciones periódicas, «y siempre nos fijamos más por si hubiera quedado alguna de estas trampas en pie. Pero ya hace semanas que no se ha localizado nada, lo que nos hace estar tranquilos». Los guardias apuestan por extremar siempre las precauciones, pero parece que ya se levanta el veto ante posibles trampas mortales. El hecho de que ya no existan apoya también la tesis que defendía el agente Pimentel. «El riesgo para la integridad física de las personas es obvio y la ilegalidad de cerrar un camino público, manifiesta. Pero el que lo haya hecho debió actuar más por ignorancia que con intencionalidad de provocar daños a terceras personas», aseguró.

El impacto de la campaña parece haber tenido resultados más que satisfactorios ya que «también han descendido mucho otras prácticas ilegales». Pimentel se refiere al uso aleatorio de redes, plásticas o alambradas en algunas zonas para evitar el paso del ganado. «Eso también está prohibido, no se puede cerrar ningún camino público sin autorización», insiste.

La atención está ahora puesta en la tierra. Para ver cómo responde tras los incendios.