Los bancos congelan sus demandas desde la reforma legal de mayo
11 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El número de desahucios por ejecuciones hipotecarias se ha reducido en el último año. Entre enero y octubre hubo 379 lanzamientos, acto en que la comisión judicial entrega un inmuebles subastados vacío a su nuevo propietario y expulsa a sus moradores. Esta cifra supone 45 desahucios menos que hace un año y equivale a un descenso del 10,6 %. En su mayoría, ya no son por hipotecas sino por impago de alquileres.
La oficina de Embargos y Notificaciones de Vigo confirma que las expulsiones de viviendas han caído este año pero aclara que los únicos desahucios que continúan activos son los de los inquilinos que no pagan las rentas. «Aquí llegan menos desahucios de hipotecas, suponemos que esto ocurre por las reformas legales», dice el secretario judicial de la oficina de embargos, Fernando Varela.
Prueba de ello es que las demandas de ejecución hipotecaria iban a la par antes de mayo que el año pasado pero han descendido un 20 % tras las reformas que defienden a los consumidores que han adquirido una casa como primera vivienda. A primeros de octubre, solo había 232 presentadas, frente a las 290 de hace un año. Son casi 60 menos en apenas unos meses, desde que entró en vigor la reforma legal.
Entre otras posibles explicaciones de este descenso de desahucios por hipotecas está el hecho de que los bancos ya no firman este tipo de préstamos con tanta alegría como durante el bum del ladrillo en el 2007. Los clientes deben cumplir rigurosos requisitos económicos para obtener una hipoteca y los incumplimientos ahora son más raros. Hay que tener en cuenta que en el 2012 tocó el techo el número de demandas, una vez que las entidades sacaron del armario más de un millar de propietarios con cuotas impagadas en Vigo. Tras cinco años de crisis, es más difícil que aparezcan nuevos casos. Otras veces, los clientes logran la dación en pago o el alquiler social.
De esta forma, quienes tienen menos posibilidades económicas es muy difícil que puedan comprarse una casa. La solución pasa por alquilar y es ahí donde se concentran ahora los impagos. En estos casos, la comisión judicial va a la casa, echa al inquilino moroso si aún sigue dentro, cambia la cerradura y entrega la vivienda al casero. Generalmente, el deudor entrega las llaves una vez que ha perdido el juicio. Solo aguantan los que no tienen a dónde ir.
Ante el cambio de tendencia, los juzgados de Primera Instancia van a distinguir en sus estadísticas si los lanzamientos son por impago de renta o por hipoteca. Esa diferenciación permitirá confirmar con cifras exactas si ha disminuido el fenómeno de los propietarios expulsadas de su casa por impago de su vivienda. De hecho, desde Navidad no hubo casos porque los juzgados han dado todo tipo de facilidades para pedir prórrogas, paralizar los procedimientos o solicitar que se resten los intereses procedentes de cláusulas abusivas, después de que en mayo la UE diese órdenes de proteger al consumidor español.
Otro indicador es la caída de embargos, modo de hacerse con los bienes del moroso para subastarlos y convertirlos en dinero con el que sufragar la deuda. En lo que va de año hubo 879 embargos, 14 menos que en el mismo período del 2012.
También ha influido el hecho de que los bancos den más facilidades a los hipotecados para pagar sus cuotas o acepten la dación en pago. Un ejemplo es O Morrazo, donde este año, la plataforma solucionó con dación en pago el problema de tres hipotecados en Cangas, dos en Moaña, dos en Bueu y otro par en Marín.