Las llamas de Oia arrasan más de 1.200 hectáreas

La Voz / Europa Press VIGO, OURENSE / LA VOZ

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Gustavo Rivas

El fuego, que se ha propagado por los concellos de O Rosal y Tomiño, permanece activo y en alerta 1 desde la tarde de ayer y su extinción se ve complicada por el viento

28 ago 2013 . Actualizado a las 01:36 h.

El fuego que desde ayer arrasa Oia y O Rosal ha calcinado ya más de 1.200 hectáreas, entre las que también se encuentran zonas del vecino municipio de Tomiño. Según las estimaciones del alcalde de Oia, la cifra podría subir hasta las 1.500 o 1.800 hectáreas solo en este concello. El regidor, Alejandro Rodríguez, ha asegurado que no tiene «ninguna duda» de que el incendio ha sido «intencionado». Pese a que durante la tarde la situación está más controlada, los efectivos siguen temiendo al calor y el fuerte viento.

Las llamas cercaron cerca de un centenar de viviendas, según informó la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, que se trasladó a la zona en la noche de ayer. En ocho de ellas la situación fue dramática debido a la cercanía del fuego, que también rodeó algunos vehículos que participaban en la extinción. La medida obligó a desalojar a 176 vecinos, que hoy por la mañana aún no han regresado a sus viviendas porque se encuentran anegadas de humo.

Según ha explicado el teniente general de la UME, César Muro, está «bastante controlado y ya no hay llamas importantes». De hecho, ha explicado que, por el color del humo --blanco--, se sabe que lo que arde es arbusto y no árboles. Tanto él como el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, han destacado en declaraciones a los medios que hay «medios de sobra» y, en palabras del mando militar, «todo apunta a que esto va a acabar bien».

Los efectivos han trabajado duramente hoy para evitar que el incendio se extiendiese a un cuarto municipio, el concello de A Guarda. Para ello se ha abierto un cortafuegos en la cabeza del incendio, pero el fuerte viento dificultó las labores de extinción. El alcalde de este municipio, José Manuel Domínguez Freitas, ha manifestado este mediodía que la situación es «mucho mejor» que en las últimas horas, ya que algunas zonas han sido extinguidas, aunque se pueden ver llamas en puntos más elevados del monte. Según ha explicado, lo importante ahora es que no se levante el viento o cambie de dirección. Un cortafuegos de la carretera de Novás a Portocelo.

«Si se ven muchas llamas en la cabeza --del incendio--, que la gente no se asuste, que es un cortafuego que estamos intentando hacer nosotros para intentar controlar esa cabeza», ha destacado la conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana. Quintana también ha señalado que «lo prioritario» ahora es salvaguardar los núcleos de población próximos y controlar el fuego, por el que ardieron un par de galpones y que cercó varias casas.

Pese a que el origen del fuego está ubicado en Oia, las ráfagas de viento han provocado múltiples focos secundarios. La parroquia más afectada ha sido la de Loureza y de momento no las llamas no han afectado a ninguna casa, aunque sí ardieron tres galpones.

«Nunca vieron un fuego igual»

La conselleira de Medio Rural aprovechó sus declaraciones para asegurar que se «sigue trabajando en investigación para identificar a los culpables, detenerlos y ponerlos a disposición de la Justicia». Quintana no ha dudado en incidir que «un fuego que empieza ayer --por este lunes--, sobre las 19.00 horas, en una pendiente y con el viento que hacía en esos momentos, tiene una justificación difícil».

La tensión vivida durante toda la noche continua durante la jornada de hoy, en el que todavía no se han por controladas las llamas aunque de momento no se teme por ningún núcleo habitado. «Es muy complicado. Los técnicos que llevan 28 años dicen que nunca vieron un fuego igual, con corrientes de aire que cambiaban y les hacían cambiar la estrategia», ha explicado la conselleira.

Desde la parroquia de Burgueira

El incendio se originó en la parroquia de Burgueira sobre las 18.45 horas pero la fuerza del viento lo propagó rápidamente entre las parroquias y durante la noche llegó también a Fornelos, Couselo, Novás y Portocelo, según explicó la teniente de alcalde de O Rosal, Maria Carmen Alonso a Europa Press. Hasta la zona se ha trasladado el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

Los servicios de extinción de la Xunta realizaron un amplio despliegue en la zona, con la intención de evitar que llegara a las casas o afectara al parque natural del monte Aloia. A primera hora de la mañana se reincorporaron los medios aéreos, que habían interrumpindo su trabajo durante la noche, y una nueva dotación de la Unidad Militar de Emergencias, que suma 300 efectivos, pertenecientes a los batallones de intervención en emergencias IV y V, con sede en Zaragoza y León. Debido a la gravedad del incendio, el Ministerio de Agricultura ha enviado a primar hora de la mañana cinco aviones anfibios de 5.500 litros de descarga y un helicóptero bombardero tipo Kamov, de 4.500 litros, procedentes de la base de Villares de Jadraque. Además, según informa Medio Rural, hay desplegados 29 brigadas, 25 motobombas y tres brigadas de refuerzo contra incendios forestales, (BRIF) desplazadas desde Laza, Tabuyo y Daroca. Desde la UME destacan que su trabajo en la actualidad se centra en la defensa de los puntos de Santa Comba y Portecelo, además de atacar también las llamas en la zona de O Rosal. También colaboran en la realización de cortafuegos en colaboración con los medios de la Xunta.