Denuncian caza furtiva en el campus de Lagoas-Marcosende

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Medio Ambiente alega que se trata de capturas para hacer repoblaciones

10 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Un grupo de personas que se definen como ecologistas y vecinos de la zona han constatado que en terrenos del campus de Vigo se practica la caza furtiva. Por ello presentaron una denuncia ante la Policía Local en la que explican que los cazadores iban acompañados de jaurías de perros de caza y que habían colocado inmensas redes de malla en varios puntos de la zona conocida como Lagoas-Marcosende.

Según los denunciantes, tras acudir los agentes al lugar de los hechos, algunos de los cazadores se dieron a la fuga. Los que fueron localizados aseguraron tener permiso de la Dirección Xeral de Conservación de la Natureza y el visto bueno de la Universidad, algo que les resultó sumamente extraño al considerar que este asunto no es competencia de la institución académica. No menos raro les pareció a estos ciudadanos que contaran con permiso de la Xunta para practicar la caza en terrenos de la Universidad.

Los hechos, explican los vecinos, tuvieron lugar a primera hora de la noche sin presencia ni control de ningún agente de medio ambiente ni de ningún responsable sanitario.

La Policía Local formuló la denuncia y decomisó las redes utilizadas, además de remitir la documentación a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza.

Desde la Consellería de Medio Ambiente aseguran que las personas que protagonizaron los hechos y que fueron denunciadas ante la Policía Local tenían autorización. Alegan que al tratarse de terrenos cinegéticamente ordenados (Tecor) podían extraer conejos de ese lugar para trasladaros a otros con las mismas características mediante un proceso que se denomina traslocación. El objetivo, dice la Consellería, es la repoblación de esa especie a otras zonas Tecor, de ahí que se permitan las redes.

Sin embargo, grupos ecologistas como Amigos da Terra explican que el problema de este tipo de prácticas legales es que deben estar vigiladas por un agente de medio ambiente, algo que en este caso no existía, según los denunciantes. El objetivo de la vigilancia es evitar que se produzcan abusos, como puede ser ocultar el número real de capturas para darle otros usos que no tengan nada que ver con la repoblación.

En opinión de los ecologistas, la cuestión es que la situación está desbordada, tanto en repoblaciones como en batidas al haber muchas más solicitudes que agentes medioambientales, sobre todo en verano. Al hecho de que sea en esta época cuando más trabajo tienen se suma el período de vacaciones del personal. Si un guarda de medioambiente vigila la captura de conejos queda sin vigilancia contra incendios O Morrazo, ponen como ejemplo los ecologistas.

Los denunciantes de As Lagoas-Marcosende advierten que se trata de una zona vedada de caza perfectamente señalizada y que, por si esto fuera poco no es precisamente la mejor época del año, al ser muy sensible para los animales por estar en tiempo de cría. En este lugar, dicen, anidan especies acuáticas protegidas y existen también reptiles y anfibios. Dejan claro que estarán muy atentos a la tramitación de esta denuncia y que, de no seguir adelante el expediente podría llevar consigo un delito de prevaricación por parte de los responsables de la Administración. Tienen intención de seguir controlando el entorno de Lagoas-Marcosende para que no se repita el incidente denunciado al no convencerles las explicaciones.