La mujer de Navia desahuciada rechaza un piso del Concello en otro barrio

alejandro martínez VIGO/ LA VOZ

VIGO

M. MORALEJO

Carmen Romero se niega a marcharse del sitio donde crecieron sus hijos

24 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La mujer de Navia desahuciada el pasado lunes rechazó ayer una vivienda en O Calvario que le ofreció el Concello para paliar su situación. Carmen Romero se reunió ayer por la mañana con el alcalde, a quien transmitió que no está dispuesta a abandonar el barrio en el que reside desde hace ocho años.

Abel Caballero, le ofreció un piso en la calle Anduriña, para poder vivir temporalmente mientras tramitan otra vivienda definitiva en un lugar más cercano a la zona en la que se encontraban. Además le entregó un cheque de 150 euros para sufragar sus necesidades básicas a corto plazo.

«No me gusta la zona de Martínez Garrido», fue su respuesta tajante. El motivo es que no quiere que sus hijos de 8 y de 17 años se alejen del entorno en el que han crecido.

«El niño está matriculado en el colegio, donde saca buenas notas, aquí tienen sus amigos y es donde hacen todas sus actividades», manifestaba ayer.

Por el momento residirán con un vecino para quien Carmen trabajó hace unos años como limpiadora y que le ha hecho un hueco en su casa a ella y a sus dos hijos hasta que su situación mejore y puedan independizarse.

Pertenencias

La mujer desahuciada quiere ahora recuperar todas las pertenencias que tenía en su casa, puesto que afirma que cuando la echaron no pudo sacarlas porque el nuevo propietario se lo impidió. Entre otros muebles, afirma que le quedó por desmontar el dormitorio completo de uno de sus hijos y que le costó más de 2.000 euros. «El Ayuntamiento se ha comprometido a ayudarme para recuperar todo lo que era mío», dijo.

Gracias a la ayuda de sus vecinos, pudo sacar buena parte de sus cosas, pero ahora se encuentra con el problema de que no tiene un lugar donde guardarlas. Varios vecinos le han prestado trasteros donde poder guardarlas mientras no encuentra un sitio definitivo, pero no tiene sitio suficiente para guardar todas sus pertenencias. A la mujer no le ha quedado más remedio que amontonar una buen número de objetos personales en el portal del número 15 de la calle Teixugueiras, donde reside la persona que les ha ofrecido quedarse en su vivienda.

De hecho, algunos vecinos del inmueble se quejaron ayer por este motivo y le pidieron que despejase el portal. Carmen Romero insistía ayer en que le han echado por la fuerza de su casa por engaños y culpó de ello a su exmarido al haber dejado de pagar la hipoteca.

La mujer se quedó con una deuda de 75.000 euros a la que no pudo hacer frente, por lo que el banco le embargó el piso y el nuevo propietario entró a ocuparlo el pasado lunes. «Me echaron a la fuerza», sostenía ayer Carmen Romero, que insistía en que su exmarido está detrás de la compra del piso.La mujer reconoce unos ingresos de 166 euros mensuales del Risga, así como una pensión alimenticia para sus dos hijos que le pasa su exmarido por valor de 300 euros. Sin embargo, su situación económica podría cambiar pronto, puesto que el próximo lunes se someterá a unas pruebas en el Ayuntamiento para optar a un puesto de trabajo dentro del programa municipal Vigo Emprega, si bien el contrato es por seis meses.Portavoces del colectivo Stop Desahucios se han interesado por el caso y ayer se entrevistaron con la mujer desalojada.

«Se ha cometido una de las mayores injusticias que el sistema puede cometer con una familia y es robarle su casa, propiedad pagada con su esfuerzo, y perdida en un proceso judicial opaco y en este caso concreto con lagunas y con sospechas dificiles de explicar», valoró la portavoz, Carlota Pérez.

Un vecino le ha ofrecido una vivienda en la que puede quedarse durante meses