Los feriantes de Navia echan en falta un lugar estable en Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Afirman que la ciudad es uno de los sitios donde peor los reciben

09 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Si la gente nos conociera, opinaría de otra forma, pero no nos conocen y hablan sin saber nada». Así defiende su modo de vida Ana López, una niña de 12 años, tataranieta del mítico titiritero Barriga Verde, que se encuentra con su familia dentro del campamento de Navia con motivo de las fiestas patronales de Coia.

Vecinos de la nueva área residencial viguesa elevaron sus críticas la semana pasada por la invasión de caravanas en las calles aledañas al centro de salud. Denunciaron que decenas de familias ambulantes se adueñaron de la vía pública ofreciendo una imagen negativa del barrio ocupando las aceras con electrodomésticos, colgadores de ropa, sillas y mesas y tomando agua y luz de los suministros públicos.

Los feriantes pidieron ayer comprensión y paciencia porque son más de un centenar de familias y reivindican su derecho a tener un espacio donde poder establecerse sin molestar a nadie y sin que nadie les moleste.

«Queremos que entiendan nuestra situación, no queremos molestar a nadie, lo que pasa es que en algún sitio tenemos que estar, son unos días al año que sé que incomodamos porque ocupamos mucho espacio para aparcar pero la gente tiene que entendernos», afirma Carmen Rubio, que ayer al mediodía preparaba la comida en la caravana mientras su marido atendía el puesto de tiro que tienen instalado en Coia.

Lejos de ser un problema para el barrio de Navia, opinan que su presencia es beneficiosa para la economía de la zona, puesto que son centenares de personas que consumen en las tiendas y negocios de la zona.

«La gente tiene que tener en cuenta que nosotros aquí también nos dejamos nuestro dinero porque necesitamos comprar comida, ropa, ir a la farmacia, a la cafetería o a la peluquería», añade Carmen Rubio.

Otra cuestión que les ha molestado que se diga desde la asociación de vecinos es que ensucian la zona. «A pesar de que el Ayuntamiento no ha instalado contenedores en la zona, recorremos cientos de metros a pie o en coche todos los días para depositar las bolsas de basura», señala Lourdes Ortega.

Lourdes espera dejar la calle más limpia que como estaba cuando llegaron el primer día. De hecho, ellos tuvieron que limpiar la zona, puesto que se encontraba un poco abandonada, dado que tampoco se trata de una zona que sea muy transitada por los vecinos.

Además afirman que han sufrido varios robos durante su estancia en Vigo. «Si hay ladrones no es porque vengamos nosotros, es porque ya los hay normalmente», afirma Carmen, que denuncia que le han entrado desconocidos en la terraza de su caravana. «Me ha faltado comida en el congelador, cables de la luz y herramientas de los camiones», manifiesta.

Caso único

Los feriantes están descontentos con el trato que reciben en Galicia, que en su opinión es un caso único y Vigo tampoco se libra. «El problema que tenemos en esta ciudad es que carecemos de un lugar donde estar sin problemas».

Mientras que aquí tienen que buscarse la vida para poder instalarse, en otras localidades de la geografía española pagan por el terreno donde instalar sus barracas y los ayuntamientos se encargan de tenerles preparado un sitio acondicionado para sus viviendas.

Ni si quiera tienen que preocuparse por los enganches, puesto que operarios municipales ya suelen estar esperando a su llegada para ponerles la luz y conectarles el agua.

Las decenas de familias que ocupan las avenidas que circundan el polígono de Navia no se marcharán hasta que no acaben las fiestas de Bouzas. El Ayuntamiento les ha subido la cuota un diez por ciento y en Coia han dejado de ingresar una cuarta parte de lo que ganaban otros años. Opinan que las fiestas no serían lo mismo sin el ambiente que proporcionan con sus barracas. «El problema es que la gente quiere fiesta, pero no nos quiere a nosotros, pero no se dan cuenta de que somos gente normal, no venimos de otro mundo y también tenemos vida propia», afirma Ana López.

La concejala del PP Teresa Cendón dijo que «antes se instalaban bajo el puente del segundo cinturón, cerca del Lagares; ahora lo hacen en una de las calles de Navia, pero en condiciones precarias».