El uso de peloides, una mezcla de arcillas o turbas con aguas mineromedicinales, también se puede aplicar en la dermatitis atópica, el acné o las quemaduras
13 may 2013 . Actualizado a las 18:37 h.La investigadora de la Universidad de Vigo, Lourdes Mourelle, trabaja en la puesta en valor de productos naturales con fines terapéuticos. Sus conclusiones serán puestas hoy en común dentro de las charlas de la cátedra de hidrología médica de Santiago y la Asociación de balnearios de Galicia.
En concreto sus estudios se centran en el empleo de los peloides, una mezcla de arcillas o turbas con aguas mineromedicinales que se convierte en una especie de barro de sencilla aplicación. Colocada como la piel, los componentes aprovechan el calor que emiten para abordar determinadas enfermedades y lesiones.
«Os peloides son productos exclusivos porque as augas dos balnearios teñen unha composición e unhas propiedades diferentes, o que os fai distintos uns doutros», ha explicado Mourelle, que añade que según las características pueden servir para males de la piel, lesiones deportivas o dolores reumatológicos.
Su principal aplicación son los problemas dermatológicos. Para poner en práctica el estudio, la Universidad de Vigo ha contado con la colaboración del balneario Isla de la Toja. Los estudios demuestran que los pacientes afectados por psoriasis mejor de manera significativa y también ayuda para los niños con dermatitis atópica. Además, los peloides pueden ser aplicados también para luchar contra el acné, la dermatitis serborreica o para restaurar la piel afectada por cicatrices y quemaduras.
La investigadora de la Universidad de Vigo explicó que esta terapia es más económica y natural que los tratamientos médicos convencionales. Además de fabricar peloides en La Toja, también hubo colaboración con balnearios de la comunidad y con establecimientos termales de otros puntos de Portugal y España como Andalucía, Extremadura y Castilla León.