La villa romana de Toralla es mayor de lo que se creía

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

M. Moralejo

Los nuevos restos arqueológicos encontrados en el interior del chalé de los Mirabell podrían corresponderse con algún edificio secundario

04 abr 2013 . Actualizado a las 14:20 h.

No es un yacimiento nuevo, ni se trata de una segunda villa aunque todavía es muy pronto para determinar el alcance de los nuevos restos hallados por la arqueóloga Rosa Piñeiro en el subsuelo del chalé de la familia Mirambell, en la Toralla peninsular.

El resultado de las seis catas arqueológicas realizadas en el piso del edificio han permitido encontrar muros, ladrillos y tejas. Hoy, está previsto, según anunció el alcalde Abel Caballero, que visiten el yacimiento técnicos de la Xunta de Galicia. A partir de ese momento, la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural determinará el tipo de acciones que deben desarrollarse en el lugar.

Fuentes relacionadas con la arqueología viguesa consultadas por este periódico han indicado que podría haber una conexión entre estos restos y un hallazgo realizado por el arqueólogo Fermín Pérez hace unos años, en el 2007, en la parte sur de la villa romana. Ya casi al final de la campaña realizada por la Universidad de Vigo, apareció una estructura, que Fermín Pérez definió como «edificio secundario, al lado del residencial, de tipo servil». Ese anexo rústico podría extenderse hacia donde hoy en día se levanta el chalé, que es donde han aparecido ahora los nuevos restos romanos.

En 1992, el entonces arqueólogo municipal José Manuel Hidalgo Cuñarro realizó un sondeo que no arrojó ningún resultado positivo, pero jamás se realizó, por lo menos de manera científica, una investigación del subsuelo del chalé.

La aparición ahora de estos nuevos restos parece evidenciar que el yacimiento es más grande de lo que se pensaba en un momento, aunque tampoco coge de sorpresa al máximo experto en Toralla. «Non me sorprende e é posible que sigan aparecendo novos achados na finca», señaló ayer Fermín Pérez.

Este singular yacimiento está conformado por una villa romana, es decir, una casa de campo con funciones residenciales y productivas, que además tiene la singularidad de dedicarse a la explotación de recursos primarios del mar, reflejada en la presencia de una salina propia en la parte norte del yacimiento.

Otra peculiaridad que presenta Toralla respecto a otras villas hispanas es su larga duración. Los expertos han indicado que permaneció activa desde finales del siglo III hasta el siglo V-VI y su abandono fue pacífico, quizá provocado por el movimiento de la duna que la tapó durante siglos. Antonio Martínez Cortizas, profesor de Edafología de la Facultad de Biología de Santiago de Compostela, mantiene la teoría de que el período final de Mirambell (siglo VI) coincide con un avance de las dunas hacia el continente, ligado a un nuevo aumento del nivel del mar.

Difícil de visitar

Las declaraciones del alcalde, favorables a la puesta en valor de esta parte tan importante del patrimonio histórico vigués, contrastan con las dificultades existentes para poder visitar este yacimiento. Un par de horas durante los domingos es el único momento en el que está abierto al público el lugar. Ni siquiera en la página web del Concello de Vigo se puede encontrar información al respecto. Curiosamente, sí aparece en la web de Turgalicia, aunque sin especificar los horarios.

La finca perteneció a la familia Mirambell hasta comienzos de los años ochenta, que pasó a titularidad municipal.

Los habitantes dejaron la villa debido al avance de la duna de la playa

VI

Siglo en que se abndonó