El gobierno local elimina el acceso libre al edificio del Ayuntamiento

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Un policía pregunta a los ciudadanos el nombre y la estancia van a visitar

16 feb 2013 . Actualizado a las 07:05 h.

El Concello de Vigo ha eliminado la entrada libre. Desde esta semana solo el acceso a la lonja está exento de control policial. Si los ciudadanos quieren llegar hasta otros servicios, como la Oficina Municipal de Información al Consumidor, laboratorio, Policía, Fiestas, Bodas, prensa, Alcaldía, concejalías y demás, tendrán que fichar antes en la segunda puerta del consistorio. En este lugar se encuentra un policía local con una mesa y una silla como único mobiliario. No menos rudimentario es el material del que se sirve para ejercer su misión de controlar a los ciudadanos: libreta y bolígrafo. Con ellos deja constancia del nombre, apellido y lugar que desea visitar.

Tan primitivo método no solo provoca colas y malestar entre los usuarios, sino que se ha dado el caso de alguna persona que se ha registrado con otro nombre sin ningún problema al no tener que dejar constancia del carne de identidad.

Mientras que desde el gobierno local se guarda un total mutismo sobre las razones que le han llevado a adoptar esta medida de forma inesperada y sin dar parte al resto de los partidos políticos, las versiones extraoficiales se suceden.

Una de ellas es que se trata de un filtro más impuesto por el alcalde para evitar que se cuelen las protestas de colectivos hasta el interior de las instalaciones municipales. Precedentes no faltan. Uno de ellos es el experimentado en la propia Alcaldía. Cada vez que un conflicto ciudadano se aproxima al Concello, la puerta aparece cerrada a cal y canto y blindada con efectivos de la Policía Local.

El otro ejemplo está en las sesiones plenarias, controladas por los agentes con DNI y las conocidas como listas negras. Desde que se han puesto en práctica, el público ha tenido que recurrir a todo tipo de tretas para poder entrar y llevar sus reivindicaciones al pleno.

La otra explicación que circula entre los funcionarios es que se ha producido algún robo, en concreto de un ordenador, algo que por otra parte no es nuevo.

De hecho, ya en el 2008 el entonces concejal de Seguridad Xulio Calviño propuso controlar el acceso de público al interior del Concello ante la desaparición de un ordenador portátil de la sala de control de tráfico, situada en las dependencias de Tráfico y Seguridad.

La idea era colocar cámaras de videovigilancia tanto en el interior como en el exterior del Concello. Finalmente la propuesta de Calviño no salió adelante al paralizarla el alcalde y la entrada a la casa consistorial siguió libre hasta esta semana.

Dónde sí se implantaron controles entonces fue en la Gerencia Municipal de Urbanismo. El servicio privado de seguridad que custodiaba las dependencias comenzó a tomar nota de las personas que acceden a ese inmueble, situado en la Praza do Rei e independiente del Concello. El detonante en este caso fue la consulta de un expediente urbanístico en horario de tarde, lo que molestó a los responsables políticos.