Hallan la zona de Cíes preferida por los pulpos para sus puestas

Soledad Antón García
Soledad Antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Hembra de pulpo en aguas de Cíes dentro de la guarida en la que custodia sus huevos.
Hembra de pulpo en aguas de Cíes dentro de la guarida en la que custodia sus huevos.

Investigadores vigueses realizan un estudio pionero sobre reproducción

29 ene 2013 . Actualizado a las 14:07 h.

Un pequeño enclave de la isla norte, que apenas ocupa la superficie de un campo de fútbol, es el escenario preferido de los pulpos para realizar sus puestas en el entorno de Cíes. Es una de las conclusiones preliminares del proyecto Ecoparques que, liderado por Ángel Guerra, científico del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, persigue precisamente eso, identificar las zonas de puesta, además de observar in situ mediante buceo autónomo la vida cotidiana de los cefalópodos y hacer un seguimiento de su desarrollo embrionario.

El objetivo final del estudio, pionero en Europa, es elaborar un plan de contingencia que permita conservar y proteger las áreas de procreación y alevinaje. Se trata de conocer las características topográficas y oceanográficas -corrientes, calidad del agua, temperatura...- que facilitan el desarrollo de los cefalópodos y, llegado el caso, instalar dispositivos que coadyuven a multiplicar el número de puestas, lo que se traduciría en un mayor número de descendientes. «Habría más pesca si se cuidan la especie y el hábitat. No tendrá más que beneficios para todos, para la especie, para el ecosistema y para los pescadores que explotan la especie», asegura Ángel Guerra.

Anticipándose a los posibles peros de estos últimos, el científico subraya que habrá que realizar una labor de divulgación. «Todos saldremos ganando», insiste.

Entre uno y dos años de vida

Los pulpos viven entre uno y dos años. La hembra muere después de realizar la única puesta de su vida y vigilar de cerca los huevos -entre 250.000 y 500.000- hasta su eclosión. La muerte se produce por inanición, ya que durante los dos meses que dura la vigilancia no sale en busca de comida.

Pese a la ingente cantidad de huevos que ponen y a que eclosionan prácticamente todos, apenas media docena llegan a adultas. El resto son pasto de los depredadores, cuando no de individuos de la misma especie.

Precisamente el canibalismo es uno de los comportamientos de los que los investigadores del Instituto vigués han sido testigos directos privilegiados. «Nunca antes habían sido filmados en la naturaleza», señala Guerra, como tampoco se había asistido a una cópula fuera de un acuario. Ecoparques ha hecho posible ambas situaciones.

Iniciado a finales del 2011, el proyecto no rematará hasta noviembre del 2014. El equipo de trabajo que, además de Guerra, está integrado por los biólogos Ángel González, Manuel García Blanco, Jorge Hernández y Alexandro Chamorro, realiza una media de cuatro inmersiones mensuales. La idea inicial era extender el estudio a todo el Parque Illas Atlánticas pero, finalmente, optaron por concentrarlo en las Cíes. «Era imposible abarcarlo todo», asegura Ángel Guerra, que explica que dado que la orografía del fondo es muy parecida, los resultados podrán extrapolarse.

Aunque durante este primer año la única especie objeto de estudio ha sido el pulpo, en breve empezarán a estudiar calamares y chocos, las otras especies que incluye el proyecto.