Una bala perdida impacta en la cama donde dormía un niño en Vigo

E. V. Pita VIGO

VIGO

XOAN CARLOS GIL

El autor del disparo alega que se le disparó accidentalmente desde su casa, a 50 metros del chalé donde vive el pequeño

06 dic 2012 . Actualizado a las 16:18 h.

Fue una suerte, el balazo no mató al niño por una pulgada. La Policía Nacional califica de milagro que un pequeño de 5 años no resultase herido por una bala perdida que disparó un vecino desde el balcón de un edificio en Vigo. El proyectil, de calibre medio, salió desde un piso alto de la calle Toledo, en el barrio de O Calvario, recorrió 50 metros, perforó la persiana de aluminio de un chalé adosado de la calle Pombal, atravesó un doble cristal y la cortina e impactó contra el lateral del colchón de la cama, a solo un palmo de donde dormía el pequeño. Él no se enteró, pero a la mañana siguiente su padre descubrió estupefacto los daños. «Los tres vecinos colindantes tenemos hijos pequeños, me quedé de piedra cuando me enteré», comentó ayer una residente de la urbanización.

Los hechos se remontan a la noche del viernes 9 al sábado 10 de noviembre, pero el autor del disparo fue detenido hace unos días. La policía científica que inspeccionó la habitación del niño dedujo que el disparo procedía del edificio del portal 9 de la calle Toledo, e interrogó a los vecinos del quinto al séptimo piso.

Una residente del tercero lo confirma: «Miraron desde mi ventana y se dieron cuenta de que la bala fue disparada desde arriba porque solo así podría pasar sobre los chalés de la primera línea y dar en los de atrás». Desde su ventana no se ve la habitación del niño, pero sí desde el portal. Tiene un balcón donde cuelga una bandera española, pero la policía cree que ese detalle no guarda relación con el caso. Otra vecina relató que los agentes hablaron varias veces con ella porque tiempo atrás, fue amenazada. Pero esa pista no llevó a ningún lado.

Los agentes de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (Udev II) siguieron con los descartes y colocaron a una pareja de octogenarios como los menos sospechosos. Finalmente, se centraron en un hombre de 55 años que residía en un piso alto y conocido en el barrio porque enseñaba una pistola, aunque no consta que amenazara a nadie.

El hombre admitió que principios de noviembre encontró la pistola y munición en una bolsa tirada en la calle cerca de la iglesia de los Tres Picos. Se llevó el arma a casa, la limpió y, según su versión, se le disparó accidentalmente. Pensó que la bala perdida no había impactado en ningún lugar y se quedó tranquilo.

La Policía lo ha detenido por un delito de tenencia ilícita de armas y daños. El arma no está registrada en España y hacen averiguaciones para esclarecer si fue usada en algún delito.