Más de 20 colectivos han protestado en los plenos pese a las trabas del alcalde

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Las medidas restrictivas dificultan las reivindicaciones en el Ayuntamiento

31 oct 2012 . Actualizado a las 07:05 h.

Las medidas restrictivas de acceso a los plenos impuestas por Caballero lograron frenar el ritmo de las protestas, pero no consiguieron amedrentar a más de una veintena de colectivos que se colaron en la sala para transmitir sus problemas.

Es el caso de los afectados por los desahucios y los despedidos del Instituto Municipal de los Deportes, que el lunes obligaron con sus demandas a suspender el pleno y a reanudarlo hoy a parir de las 08.30 horas.

Solo en los cien primeros días de su aterrizaje en la Praza do Rei, Caballero tuvo que soportar cuatro protestas de otros tantos colectivos: limpieza de playas, bomberos, policías y aparcamiento en zona azul. De seguir con ese ritmo hubiera batido el récord de movilizaciones. Para impedirlo fueron ralentizadas con controles policiales en la entrada de los plenos, cacheos y listas negras.

Pese a ello, desde que se hizo con el bastón de mando del Concello, Caballero ha tenido que soportar protestas de colectivos contra el Plan Xeral, la depuradora, expropiaciones del AVE, gestión del centro cívico de Teis y albergue, entre otras. Los colectivos de afectados han desfilado por el salón de plenos con más o menos éxito. Es el caso de okupas, ciudadanos sin techo, limpiadoras de colegios públicos, federación de vecinos, padres de alumnos del colegio Altamar, indignados, afectados por desahucios y preferentes y trabajadores del Instituto Municipal de Deportes.

Para el PP, lo acaecido en el pleno del lunes, suspendido como consecuencia de las protestas, demuestra la nula negociación por parte del alcalde, que se limita a incluir en una lista negra a los colectivos que se enfrentan a él.

En opinión de Esquerda Unida, la situación de crispación y ruptura social existente en la ciudad tiene el lógico traslado a los plenos. Entiende que el intento del Concello de aislarse de las consecuencias de sus políticas en conflictos laborales como el del Instituto Municipal de Deportes, son un error manifiesto.

La formación de izquierdas está convencida de que las políticas de llevar al pleno a militantes y «palmeros» para alentar determinadas decisiones se ha vuelto en contra de la corporación municipal.

Explica que «a insostenibilidade actual de trasladar determinados debates públicos ao ámbito do pleno (desahucios, desemprego, privatizacións, recortes sociais) non pode ter como resposta, e esperemos que así sexa, reeditar de novo as listaxes negras ou a merma de aforo para o público».

Por el contrario, dice, los problemas que llevan los ciudadanos al pleno no se solucionan dentro, sino que tienen que ser solventados antes con la participación e implicación ejemplar de los concejales.