«La única cabaña de caballos salvajes del mundo puede acabarse en 3 años»

Monica Torres
Mónica Torres BAIONA / LA VOZ

VIGO

La población equina de A Groba perdió 500 ejemplares en dos años

21 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni vacas ni caballos. Puede que pasten No mellor país do mundo, pero en el de Manuel Rivas había un millón de vacas. Tampoco hay ya las 20.000 cabezas de equinos que mantenían la única cabaña de caballos salvajes del mundo. El biólogo Santiago Bas López es el promotor de la popular campaña lanzada a través de Change.org. En quince días va camino de igualar el número de apoyos de toda España al de equinos que sobreviven: unos 16.000. Su objetivo es salvar al caballo salvaje «de un decreto que lo aboca a la extinción».

-¿Esperaba esta masiva respuesta a través de Internet? .

-Con el movimiento, en el que están casi todas las asociaciones de caballos de Galicia y la Sociedad de Historia Natural llevamos más de un año, pero con papel y bolígrafo solo recogimos 200 firmas. Un amigo me animó a hacerlo en Chance.org y nos ayudó un sobrino.

-¿Cuál es el objetivo?

-El caballo salvaje está en peligro de extinción por decreto. Pedimos que se derogue lan orma equina de la Xunta. Hace dos años había entre 18.000 y 20.000 cabezas en Galicia. Ahora, aunque no hay censo oficial, no habrá más de 16.000. La población cayó un 20 por ciento de media en la provincia, A Groba pasó de 1.500 a un millar de ejemplares y en Cotobade solo sobrevive el 30 por ciento.

-¿Podrían estar en los recintos cerrados?

-No se puede facilitar la recuperación cerrándolos, por los lobos. La principal ayuda de los caballos salvajes son los besteiros, porque son salvajes pero tienen propietarios. La Xunta pone las condiciones para que ellos no los puedan atender.

-¿Puede presumir aún Galicia de tener la mayor reserva de caballos salvajes del mundo?

-La mayor, pero también la única. Es un hecho que está demostrado científicamente. Los demás caballos son domésticos y cimarrones. Es nuestro privilegio, con el que quieren acabar. En cuanto los metan en pastos registrados, se acabó. Una bióloga de Vigo, Laura Lagos, acaba de presentar una ponencia en un congreso sobre caballos en Viena y los expertos mostraron su sorpresa e inquietud porque desconocían que pudiera existir.

-¿Cuál es la perspectiva?

-Basta una multa para que toda una asociación venda, por el miedo, como en Vimianzo. La sanción oscila entre 300 y 3.000 euros, y puede equivaler a 60 potros. Si no se retira el decreto Galicia está expuesta a perder la única cabaña de caballos salvajes del mundo en tres años.

-¿Dónde están los demás?

-Al igual que los jóvenes, las condiciones son tan duras, que tienen que emigrar. En Baiona se vendieron un centenar para Portugal, donde los protegen como se hacía aquí hasta este decreto. Los que no pueden mantenerlos, los malvenden a 40 euros para Portugal o para tratantes y acaban en los mataderos para embutidos.

-La Xunta alega un problema colateral de seguridad vial y de daños en la agricultura.

-Nosotros también proponemos las soluciones. Los titulares de las carreteras tienen responsabilidades y hay que mejorar la señalización. Son las carreteras las que invaden los montes. Pueden separarse de los cultivos, como se hizo Oia, con alambrada y pasos canadienses, es una solución.

-¿El problema es el precio del microchip?

-La pieza cuesta uno o dos euros, no se sabe por qué hay que pagar 40 ni quién hace negocio. Contradice su Ley del Montes, en la que se dice que los distintivos tienen que ser visibles. Además, el Diario Europeo no habla jamás de confinan animales, es otro inventos de la Xunta.

-¿Cómo afecta al lobo?

-Hacen más daño pero tienen un plan de gestión desde hace seis años. Donde hay caballos y lobos, el 80% se alimenta de sus carroñas y potros. ¿Qué va a comer si no hay caballos?.