12 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El juez decano de Vigo ordenó el pasado miércoles retirar una pancarta de la sede de los juzgados. El lienzo rezaba: «Xustiza, Facenda, en loita». Con él, los funcionarios protestaban por los recortes. Según la orden, el letrero «distorsiona el adecuado funcionamiento de la Administración de Justicia» y afecta «a la imagen y buen nombre que debe proyectar un edificio judicial».

Se desconoce si el juez decano es muy cándido o nos toma por cándidos a sus justiciables. Porque, ¿cree realmente que la mala imagen de la Administración de Justicia pueda venir por una pancarta?

Según la última encuesta del CIS, los jueces son los profesionales públicos peor valorados de España. Un 58,2 por ciento de los ciudadanos tiene «poca o ninguna» confianza en ellos. Además, un 76 % concluye que la Justicia funciona «mal o muy mal».

Y casi nadie se cree ya que la diosa lleve una venda en los ojos: el 80 % de los españoles piensa que trata «mejor a los políticos y a los ricos».

Esto lo dice el Centro de Investigaciones Sociológicas, sin intervención de la pancartita que tanto molesta al decano. Porque el desapego de los ciudadanos con la Justicia viene, precisamente, por lo que denuncia ese texto, ilustrado con unas tijeras. La Justicia está colapsada. La calle Lalín no da abasto. Y la Xunta de Galicia responde con más recortes, como las doce plazas de funcionario eliminadas en Vigo este año. Además, el ministro Gallardón prepara un abusivo plan de tasas judiciales. Que disuadirán a los pobres de litigar por sus derechos.

Esto es lo que afea a la Justicia. Y no una inocente pancarta colgada en ejercicio del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Que reconoce la libertad de expresión, como ha olvidado su señoría.

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