Detenido un motorista tras una persecución nocturna de película

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Casi arrolla a viandantes y fue en sentido contrario

19 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Parecía la película La Gran Evasión, en la que Steve McQueen exhibe sus dotes al manillar de una motocicleta. Pero el protagonista de este remake en la vida real ni tenía el estilo del actor ni llevaba una moto parecida. La Policía Local capturó la madrugada del sábado al conductor de un ciclomotor Yamaha después de una larga persecución que se inició a las cuatro y veinte por las calles del centro de la ciudad. El infractor puso en peligro a otros conductores y la integridad de los peatones.

El joven de 19 años, que responde a las iniciales J.V.S., carecía de seguro y de permiso de conducir. Una patrulla le vio circulando a gran velocidad por la calle Uruguay y le dio el alto. La moto continuó su marcha y se saltó el semáforo en rojo de la calle Gravina, introduciéndose por la calle Churruca. A la altura de la plaza de Portugal se cayó de la moto, pero se reincorporó y volvió a subir en el vehículo. En la plaza había mucho público, que frecuentaba la zona de bares de copas de los alrededores, y al acelerar estuvo a punto de arrollar a varios viandantes que lograron esquivarle.

El joven consiguió escapar hasta las calles Rogelio Abalde, República Argentina y Magallanes desde donde tomó al dirección de la calle Don Bosco en dirección contraria. Los agentes que le perseguían le perdieron momentáneamente de vista en la calle Blen Budiño. Afortunadamente otra patrulla de la Policía Local los vio en el cruce de la calle Venezuela con Camelias y prosiguió la persecución. El motorista se subió a la acera y se empotró contra un seto.

Después del impacto, J.V.S. abandonó la moto y siguió huyendo a la carrera y, a trompicones, cayó rodando por el talud hasta que llegó al muro de la calle Cachamuíña. Lo superó de un salto. Continuó huyendo calle arriba pero, sin darse cuenta, se metió en la boca del lobo puesto que desembocó en la praza do Rei, justo al lado de la Jefatura de la Policía Local y allí los agentes le acorralaron y, finalmente, le detuvieron.