Felipe Bárcena le pidió que ilumine a nuestros gobernantes
05 ago 2012 . Actualizado a las 07:10 h.Como la tradición establece, el Cristo de la Victoria descendió ayer del altar mayor ante la expectación de los feligreses que se agolpaban para estar cerca. Durante el descenso se cantó el himno al Cristo y muchos vigueses se acercaron a besar la talla y ofrecer sus plegarias. Y es que el Cristo reúne como cada año a muchos fieles, algunos de ellos prefieren realizar el recorrido el día anterior para evitar aglomeraciones.
Ayer por la mañana se procedió a la lectura del pregón en Castrelos a cargo de Felipe Bárcena, conde de Torrecedeira. Sus palabras estuvieron dirigidas a la historia del Cristo y su vinculación a la ciudad. Un discurso que recogió la evolución histórica, social, política, económica y espiritual. «El Cristo se quiso quedar en nuestra ciudad para ayudar a los vigueses a superar los problemas», enunció Bárcena. A continuación el alcalde dirigió unas palabras a la arraigada tradición de esta festividad y su importancia. «Vigo é o lugar do Cristo o lugar no que elixiu ficar, no Vigo do Berbés». Un discurso en el que Caballero quiso hacer hincapié en la unidad viguesa para afrontar los problemas y en la convivencia integradora y plural. Finalmente acabó pidiendo, «Cristo constrúe a cidade dende a historia, a tradición e a solidaridade». Al acto acudieron el obispo de la diócesis Tui-Vigo, el arzobispo de Sevilla, la hermana mayor de la cofradía, el subdelegado del Gobierno, la delegada de la Xunta, concejales socialistas y populares, así como cargos de la policía y la Comandancia de la Guardia Civil.
La misa solemne será hoy a las 11.00 en la Concatedral, con el Coro Clásico de Vigo y la procesión partirá a las 19.30.