Desmontando la tuneladora

Juan Manuel Fuentes Galán
Juanma Fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

Más de 150 operarios emplearán dos meses y medio en desarmar la segunda máquina que horadó el túnel entre Redondela y Vigo

20 feb 2012 . Actualizado a las 12:13 h.

Construir los dos túneles paralelos de 8,5 kilómetros desde As Maceiras (Redondela) hasta Vigo ha sido una impresionante obra de ingeniería que ha consumido cientos de millones de euros, un pico máximo de 700 trabajadores y tres años de trabajo hasta ahora, cuando el proceso está muy avanzado, pero todavía no concluido. Dentro de este operativo, desmontar y sacar las dos tuneladoras al final de kilométrico pasadizo no es lo más complicado, pero supone igualmente una compleja operación que sigue en marcha en estos momentos.

A efectos de dar algunos datos, cada tuneladora precisa del orden de dos meses y medio para ser desmontada, sacada a la superficie y devuelta al parque de maquinaria de la empresa propietaria. Esta tarea ocupa a unos 150 trabajadores y es preciso realizar docenas de transportes especiales desde el nudo de Isaac Peral, donde acaba el túnel, y también desde As Maceiras (Redondela), para transportar las gigantescas piezas, según explican a La Voz Luis Mazoy, jefe de la oficina técnica de asistencia de las obras, y Alberto Piqueras, jefe de maquinaria.

Un trabajo similar ya se hizo con la primera entre noviembre y enero y desde hace un par de semanas con la segunda. Este viernes por la mañana, docenas de operarios se afanaban en esta labor agradeciendo el buen tiempo, fresco pero sin lluvia, que les facilita el trabajo. Hundidos 23 metros en el enorme pozo en el que han finalizado los túneles, a menos de un tiro de piedra de las vías y a unos cientos de metros de la estación de Urzaiz, soldaban enganches en las piezas para poder levantarlas con una grúa. Previamente hay que desarmar piezas de todo tipo, retirar enormes tornillos y separar la estructura de la máquina que ha excavado ocho kilómetros de subsuelo.

Doble sentido

Esa es la parte que se ve desde la superficie del agujero, siempre controlado por técnicos de las empresas que intervienen en el proceso. Dentro del túnel e incluso en el interior de la tuneladora hay docenas de trabajadores entregados a la misma labor. Y es que unas piezas salen a la superficie aquí, pero otras muchas hacen el recorrido inverso y son llevadas por las vías por las que de desplazaba la tuneladora hasta As Maceiras.

De esta forma la tarea se agiliza ya que la tuneladora en funcionamiento tenía casi 300 metros de longitud, lo que da idea de la complejidad de su labor. No obstante, la clave esta enorme máquina es la parte inicial, la cabeza de corte, que es la que ha provocado la excavación de este agujero para que pueda salir a la superficie. En el futuro, cuando el trabajo de estas tuneladoras sea ya un recuerdo, este gran socavón no existirá. Desde aquí y hasta la estación se construirá un falso túnel por el que el AVE llegará a Urzaiz, en todo momento bajo tierra desde la vecina Redondela.

La cabeza de corte era el inicio de la tuneladora y esa enorme circunferencia metálica que alojaba las cuchillas tiene 9,5 metros de diámetro y un peso de 170 toneladas. Junto con los cilindros la longitud de la cabecera de la tuneladora es de 15 metros.

Consumo eléctrico

Para desarrollar su cometido, la cabeza de corte lleva incorporados 14 motores que generan un elevado consumo eléctrico durante la excavación, que en estos cuatro años, períodos de parada al margen, ha trabajado de manera continua, 24 horas siete días a la semana. En esos momentos el consumo alcanzaba los 4.000 kilovatios por hora.

Las obras de construcción del túnel se iniciaron en febrero del 2007, en un acto al que asistió la entones vicepresidenta del Gobierno, la socialista María Teresa de la Vega. En febrero del 2012 fue la ministra de Fomento, Ana Pastor (PP), la que acudió al acto de llegada de la segunda tuneladora. No obstante, quedan aún tiempo para que el AVE llegue a la ciudad y previamente habrá que concluir el túnel para que esté operativo, instalando las vías definitivas y concluyendo los conductos de seguridad.