Clases en el comedor en Coia

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

M. MORALEJO

El colegio Celso Emilio Ferreiro necesita más aulas para sus alumnos

24 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Junto a los pupitres donde se imparte una clase de Matemáticas se pueden contar literalmente los garbanzos, un aprendizaje necesario en estos tiempos de crisis.

El salón de actos del colegio público integrado Celso Emilio Ferreiro de Coia tiene más actividad que un saloon del Oeste. Los alumnos siguen atentamente las enseñanzas y, al mediodía, un tercio del alumnado usa el salón como comedor. Después de comer, por la tarde, la estancia puede acoger otras actividades, como funciones de teatro. La falta de espacio hace que las salas disponibles en el centro multipliquen sus potencialidades.

Buena parte de la culpa la tiene el nuevo barrio de Navia. Con la urbanización llegaron las parejas jóvenes con hijos que se fueron repartiendo por los colegios de la zona.

El ámbito de influencia del colegio comprende el populoso barrio de Coia y las cada vez más pobladas parroquias de Navia y de Alcabre. Se trata de una zona muy amplia, con ocho colegios públicos, una escuela infantil pública y cuatro centros privados concertados.

Insuficiente

En el corazón de Navia tienen el colegio Castelao, pero resulta insuficiente así que otros estudiantes del polígono cursan sus enseñanzas en el Celso Emilio Ferreiro y en el Virxe do Rocío. Este colegio logró una ampliación gracias a los temblores de tierra provocados por las obras de la urbanización cercana. De esta manera se realizaron unas obras muy necesarias en un centro con las instalaciones muy anticuados.

Pero en el despejado entorno del Celso Emilio Ferreiro no ha ocurrido ningún movimiento sísmico. El extenso patio con canchas deportivas permanece firme y los profesores anhelan que se acometan obras para dotar al centro de más aulas. Pero de momento no está previsto.