Raquel, la reina de las gaviotas, un atractivo turístico en Baiona

alejandro martínez BAIONA/ LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Una vecina de la villa alimenta a diario a centenares de aves

22 ene 2012 . Actualizado a las 12:36 h.

Raquel es la reina de las gaviotas de Baiona. Cada tarde las alimenta desde el cruceiro del paseo de Monte Boi, junto a la fortaleza de Monterreal. Cientos de ejemplares hambrientos se reúnen en torno a ella para llevarse su ración de comida.

Las aves ya la conocen. Cuando sale de su casa, la observan a cientos de metros de distancia y no le pierden de vista desde el aire. Al llegar al parque de A Palma, ya hay centenares de ellas esperándola posadas sobre las murallas, preparadas para que empiece el festín. Cada tarde protagoniza un ritual que se ha convertido en todo un atractivo para vecinos y visitantes. Porque la algarabía que montan centenares de gaviotas en torno a ella constituye todo un espectáculo visual.

El graznido de las gaviotas produce un ruido ensordecedor que despierta la curiosidad de la gente que pasa por el lugar. Los curiosos no paran de hacerle fotografías. Para muchos, un buen recuerdo de Baiona es llevarse la imagen de Raquel rodeada de gaviotas. Semejante concentración de aves perturba durante unos instantes la tranquilidad del paseo de Monte Boi.

Las más atrevidas se posan sobre su cabeza. Es el único ser humano con el que se toman tantas confianzas en la villa. Ha conseguido tener una relación insólita con las aves después de tantos años cuidándolas y preocupándose porque no pasen hambre.

Las palmípedas ya la conocen y cuando sale de su casa acuden a esperarla

Es incontable la gran cantidad de ejemplares que acuden a la cita con Raquel. «Cuando hace mal tiempo, se nota que vienen más», afirma. Esté nublado o haga sol, ella nunca falta a su cita en el cruceiro de Monte Boi de Baiona. En verano suele haber menos. Se ve que tienen más facilidades para encontrar algo que comer.

Pienso

Raquel alimenta a las gaviotas con pienso especial para perros que compra en el supermercado. Afirma que esta comida les encanta, la devoran. Además es un producto limpio, que no ensucia el suelo ni produce desperdicios que puedan molestar a alguien.

A las aves que están heridas o que no tienen tantos reflejos como sus compañeras para recoger a tiempo la comida del suelo las alimenta al vuelo lanzándoles al aire pan o trozos de salchicha. El festín solo dura unos minutos. Cuando la comida que lleva en bolsas de plástico se acaba, muchas emprenden el vuelo hacia otra parte, aunque volverán a esperarla al día siguiente para volver a obtener su ración de pienso.

Otras se quedan haciendo compañía a Raquel, a quien le gusta después descansar tomando el sol en las rocas de Monte Boi. «Amo a los animales desde siempre, desde que era pequeñita, es algo innato», afirma esta vecina de Baiona. Su amor a los animales fue aumentando con el paso de los años.

Gatos

No solo las gaviotas son sus benefactoras. También da de comer a los gatos abandonados, colocándoles el pienso en determinados puntos del casco urbano de Baiona. Ya cuando era pequeña le gustaba dar de comer a los patos en Pontevedra.

Afirma que no comprende a las personas que maltratan a los animales o a quienes abandonan a sus mascotas cuando ven que ya han crecido y ya no son tan graciosos como cuando eran cachorros. «A ellos les deseo lo peor», afirma. Ella se dedica a diario a cuidar a los animales. Raquel es la más popular entre las gaviotas en Baiona y su rito diario de darles de comer se ha convertido en uno de los momentos más espectaculares del día en la villa.