La policía rescata a un okupa de un incendio en la Porta do Sol

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

El hombre sin techo es un madrileño de 57 años que resultó intoxicado

14 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La Policía Nacional tuvo que rescatar a un indigente entre las llamas en plena Porta do Sol. El hombre es una persona sin hogar, nacida en Madrid en el año 1954, que responde a las iniciales R.L.V. y que resultó ligeramente intoxicado por el humo.

El incendio ocurrió a las nueve y media de la mañana en el primer piso de un edificio de tras plantas situado en la calle Elduyen número 2, en la esquina con la Porta do Sol.

Los miembros del Cuerpo Nacional de Policía usaron el extintor que llevaban en el coche patrulla para apagar las llamas que salían de unos colchones y mantas que son utilizados habitualmente para dormir por personas sin techo que se alojan allí. Pero como el contenido del extintor en polvo era insuficiente para sofocar el fuego avisaron los bomberos. Desde el parque central enviaron al lugar un vehículo de primera salida y otro coche escalera. De este modo se desplazaron hasta el lugar un mando dos conductores y cuatro bomberos que no llegaron a tener que usar la autoescalera, puesto que el siniestro se produjo en la primera planta que era accesible por las escaleras.

Inhalación de humo

Los dos policías nacionales y la persona a la que rescataron fueron asistidos por los servicios sanitarios del 061 por la inhalación del humo que les produjo una ligera intoxicación.

Simultáneamente, los bomberos estuvieron trabajando durante una hora para apagar las llamas y los rescoldos en un inmueble con las escaleras llenas de basura. El edificio tiene tres plantas y en el pasado mes de octubre unos indigentes reventaron la puerta. Desde entonces algunas personas acuden allí a dormir.

Tienda abandonada

En su día el inmueble acogió una de las tiendas de fotografía más conocidas de la ciudad y desde hace tiempo se encuentra abandonado como otros comercios de la calle Elduayen que han sufrido las consecuencias de la falta de aparcamiento, ya que fueron suprimidos por las humanizaciones.

Los vecinos han expresado sus quejas por el deterioro del inmueble, que está siendo escenario de una situación similar a la que se vive en el antiguo asilo de Pi y Margall.