Crecen los casos de parejas que se divorcian y duermen juntas

e.v.pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Rompen su unión legal para salvar de un embargo los bienes gananciales

09 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Número récord de desempleados en Vigo, juicios por despidos en máximos históricos, las demandas de ejecución hipotecaria superan su techo, los desahucios se disparan... y los divorcios se desploman. Pero algunas rupturas matrimoniales, no lo son del todo. Los juristas de Vigo se han topado, en los últimos meses, con parejas que rompen su unión legal pero continúan su vida común. La razón de estos divorcios de conveniencia hay que buscarla en el Código Civil pues, ante la amenaza de un desahucio, un divorciado con deudas podría ceder sus bienes para la pensión de su ex mujer y declararse insolvente.

«Hay gente que tramita los papeles del divorcio pero comparte techo y, lo que es más increíble, es que sigue durmiendo en la misma cama sin problema. Pensé que cuando uno se divorcia es para dejarlo todo, que no quieres saber nada más de tu pareja. Al parecer, mediante el divorcio, el marido que va a ser embargado salva los bienes de su mujer», explica un jurista que tramita pleitos en Vigo.

A medida que se agrava la crisis, disminuye el número de divorcios. El año pasado, hubo 957 rupturas matrimoniales en Vigo, la segunda cifra más baja desde el 2005, cuando se instauró el divorcio exprés. Las rupturas matrimoniales han caído un 10% en un solo año. Los expertos judiciales consultados tienen una explicación: muchas parejas deciden soportarse bajo el mismo techo hasta que escampe el temporal.

En la última década, el récord de rupturas matrimoniales se batió en el 2006, un año después de entrar en vigor la ley que hacía innecesaria la fase de separación. Una pareja podía quedar liberada de su compromiso en un mes. En el 2007, en plena bonanza económica, el número de divorcios siguió por encima de mil. Eran años en los que había descendido el desempleo hasta los 18.452 parados. Entonces, 107 parejas fueron a juicio para dividir sus bienes gananciales porque aún había algo que repartir. El 57,5% de los pleitos fueron de común acuerdo y el 42,5% contenciosos.

En el 2008 quebró el banco Lehman Brothers y estalló la burbuja inmobiliaria. Un año después, en el 2009, las demandas de ejecución hipotecaria se habían duplicado, había 8.000 parados más y los divorcios se habían desplomado hasta 933 casos, de los que el 57,8% eran amistosos.

De común acuerdo

Dos años después, en el 2011, había 13.000 parados más que al comienzo de la crisis, el triple de demandas de ejecución hipotecaria y el número de divorcios de común acuerdo, 537, era el más bajo desde el 2005 y solo suponían el 56,1% del total mientras que los contenciosos se habían disparado al 43,9% a pesar de que son más caros. El número de pleitos para dividir los bienes gananciales bajó a 77, la cifra más baja del lustro y un 28% menos que el año anterior.

El número de pleitos para dividir el patrimonio común bajó un 28% en un año