El fracaso de un «mar de grúas» y 6.000 viviendas protegidas, el legado de Silva

La Voz

VIGO

04 ene 2012 . Actualizado a las 11:12 h.

El batacazo del ladrillo se arrastra desde hace tres años y no se atisban síntomas de recuperación. Pese al fracaso del tándem conformado por el alcalde Abel Caballero y la concejala Carmela Silva, que prometieron un «mar de grúas» y la promoción de seis mil viviendas protegidas en el anterior mandato, los dirigentes del PSOE volvieron a prometer la «reactivación del urbanismo» vigués tras las elecciones locales. Nada se ha visto hasta el momento. El legado de la edila de Urbanismo, que a partir de ahora se centrará en sus labores como miembro de la Mesa del Congreso, es el de un parón inmobiliario sin precedentes en la ciudad.

No solo no se han puesto en marcha las grandes urbanizaciones como Plaza de España o el Barrio do Cura sino que no se han activado la mayor parte de los ámbitos previstos en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) ni la ampliación de polígonos industriales. A ello habría que sumar las malas relaciones del gobierno local con la Asociación de Promotores Inmobiliarios y la Asociación de Empresarios de la Construcción, que reclamaron sin éxito que se bajase el porcentaje destinado a vivienda protegida. Tampoco se han acometido cambios en el planeamiento, sobre todo del ámbito rural, como reclamaba y se proponía hacer el Partido Popular. La mayor parte de las licencias que han pasado por la Gerencia Municipal de Urbanismo en los últimos tiempos son para muros o cubiertas, expedientes de ruinas o, en el mejor de los casos, para la construcción de viviendas unifamiliares.

El padrón del Impuesto de Bienes Inmuebles del 2011 preveía unos ingresos para el Concello de 54,3 millones de euros. En el 2012 esta cantidad sube en algo más de 2 millones de euros, por lo que los ingresos se disparan casi un 4%. Es la misma subida que el gobierno municipal ha establecido para todas las tasas e impuestos municipales a lo largo del próximo año. La recaudación crece incluso sin tener en cuenta el aumento del IBI que anunció el Gobierno de Rajoy el pasado viernes.