El año del despegue de Jonathan Vila

V. López VIGO/LA VOZ.

VIGO

Jonathan Vila ha concluido el 2010 con más de 3.000 minutos
Jonathan Vila ha concluido el 2010 con más de 3.000 minutos GUSTAVO RIVAS

23 dic 2010 . Actualizado a las 12:06 h.

Jonathan Vila Pereira debutó con el Celta el 17 de diciembre del 2006. Hace ya más de cuatro años que el jugador vigués disputó sus primeros minutos con la camiseta celeste del primer equipo en Primera División, en un partido ante el Levante. Tras ese estreno de la mano de Fernando Vázquez, ha pasado por momentos muy difíciles en su carrera que no ha logrado levantar hasta este 2010 que ahora concluye.

«En mi carrera estaba esperando este año. Ha sido el año en el que por fin me he podido asentar en el equipo, y de momento las cosas me están saliendo a la perfección. Sigue quedándome mucho para mejorar y crecer como futbolista y persona», comenta el mediocentro.

El 2010 ha servido para consagrar al porriñés. Entre Liga y Copa ha participado en más de tres mil minutos. Después de pasar por multitud de problemas, y de no contar con la confianza de Stoichkov, Antonio López, López Caro o Alejandro Menéndez, llegó el día en el que Eusebio decidió irle dando entrada en el equipo. La Copa del Rey, las eliminatorias frente al Villarreal y el Atlético de Madrid con las que empezó el año, le fueron haciendo un sitio. Terminó además como titular en la Liga, y contando mucho después de no haberlo hecho prácticamente nada. «Los partidos de Copa me dieron la vida. Después en el resto del 2010, el tema empieza en la pretemporada cuando Paco Herrera me dice que me puede utilizar tanto de central como de lateral derecho. Al final ha sido así porque jugando de central me estoy encontrando bastante bien».

El cambio de demarcación ha sido lo que más ha hecho que aumentasen sus opciones de jugar. A excepción de unos minutos ante el Salamanca como lateral derecho, tras la expulsión de Murillo, el resto de esta campaña ha jugado siempre como central, desde que se estrenó en la Copa ante el Alcorcón. Era un puesto en el que ya había probado con anterioridad, pero sin demasiada fortuna. «Acostumbrado a jugar por el centro del campo ya no me vería como lateral derecho, pero nunca se sabe, tampoco me veía de central».

En todo este tiempo Vila no ha perdido nunca la esperanza de que le llegaría su momento de poder hacerse un hueco en el fútbol profesional. La clave, según indica, estuvo en no bajar los brazos. «Sabía que la oportunidad tarde o temprano llegaría, pero cuando sucediese debía estar preparado. En la vida más madurando tanto en lo personal como en lo deportivo. Eso ayuda a que mejores. Espero que esto sea solo un punto y seguido en mi carrera».

El centrocampista es consciente de que no va a ser fácil que el 2011 lo concluya también como este año que termina la próxima semana, por eso su deseo lo basa en pedir solo un poquito más. «Al 2011 le pido que no haya lesiones porque eso fue lo que cortó un poco mi trayectoria. Toco madera para que no vuelvan. En lo colectivo el deseo sin duda es el de volver al sitio que merece este club que es en Primera División».

La espinita clavada

Vila no esconde que su paso por la élite fue tan fugaz que «me quedó una espinita clavada de poder disfrutar más de esa alegría de participar en Primera y en la UEFA. Quiero repetir esas sensaciones». En esta época reconoce que llegó a pasar por momentos duros «en los que pierdes la esperanza» pero que finalmente pudo superar.

Por último, reconoce que el papel de Paco Herrera ha sido crucial para su transformación y el paso de algunos canteranos. «Ha apostado por mí desde que llegó en una situación difícil. Las ganas que tenemos los que salimos de abajo de demostrar lo que llevamos dentro es muy grande. Se podrán recoger más frutos aún de esta cantera».