La coordinadora de la Red de Mulleres contra los Malos Tratos, Rosa Fontaíña, no oculta su preocupación por el descenso de las denuncias. Se mostraría satisfecha si los datos se correspondieran con la realidad, pero está segura de que no es el caso y de que son muchas las mujeres que aguantan una situación vejatoria por no contar con medios económicos o no saber adónde ir. A su juicio, todavía queda mucho por cambiar en la sociedad. «Las sentencias del juzgado siguen portándose mal con las mujeres y las organizaciones de hombres nos preocupan, hay algunas que nos hacen mucho daño», explica. Está convencida de que los hombres disponen de más medios para pagar abogados y detectives y buscar las cosquillas donde sea.
Reconoce que en Vigo todavía no tiene mucha repercusión, pero que llegan mujeres de otras localidades que se sienten machacadas. Para Fontaíña no es de recibo que haya hombres maltratadores presidiendo asociaciones, como sucede en algunas ciudades españolas.
Otro de los apoyos que echa en falta la coordinadora de la Red es el de la Universidad. Entiende que desde la Cátedra Feminista se podría hacer mucho más, pasar de la teoría a la práctica. Cree que no se debe bajar la guardia porque el problema sigue latente en la sociedad. Para ello, la Red contra los Malos Tratos organiza de forma constante todo tipo de actividades, como jornadas entre los sectores de la enseñanza o la sanidad.
Con el objetivo de paliar las consecuencias que provocan los malos tratos también programa encuentros terapéuticos de mujeres un día a la semana con una psicóloga clínica. El acompañamiento al juzgado es otro de los servicios que ofrece la entidad.