Hasta el gato del cuento de Charles Perrault se puso unas botas. Este año están de moda las que usaba D'Artagnan y sus mosqueteros. Vienen de caña alta, como para ir de pesca. Pero no hace falta meterse en ningún charco. Basta con acudir a la tienda Vestigium para comprarlas (Gran Vía, 182). Esta zapatería y complementos la regenta Aurora Vila Romero (42 años). -¿No dejarán huella? -(Sonríe). Le pusimos ese nombre a la tienda, porque buscábamos algo relacionado con los zapatos, con la señal que deja una pisada. Además, Vestigium suena bien. Ofrecemos moda para los pies y otros complementos: bolsos, carteras, monederos, cinturones y paraguas. -¿Qué tipo de calzado suele vender más en esta época? -Vamos para el invierno y la venta de botas puede alcanzar el 70% de nuestro calzado. -¿Quién se pone las botas? -Sobre todo las mujeres, pero también hay botines para hombres. Muchas ya están viniendo a comprarlas. -¿De qué tipo? -Están de moda las botas mosqueteras de caña alta por encima de la rodilla. Los colores son clásicos: marrón, negro, gris, azul y cámel. Los precios oscilan entre los 100 y 200 euros, pero son todas de piel. -¿Cuánto miden? -Medio metro sin contar el tacón, porque hay algunas que lo llevan de unos 12 centímetros. -Con tanta caña, más de una va a dar la sensación de que le caminan las botas solas, ¿no cree? -A las bajitas y gorditas no las favorecen tanto, pero a una esbelta le sientan muy bien. Pero todas van bien abrigadas. -¿Y para quitárselas? -Llevan cremallera y les resulta fácil. Aunque una vez un hombre se llevó unas camperas y vino al día siguiente para que le ayudásemos a quitárselas. Otra anécdota es que un joven se llevó unas de mujer para él.