El Concello hacina cientos de gatos en dos pequeños galpones

VIGO

14 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Más de 300 gatos están recogidos en las pequeñas instalaciones para ellos reservadas en la Protectora de Animales de A Madroa. Se trata de dos habitaciones, cada una con un patio al aire libre, en las que los animales padecen un grave hacinamiento. Además, y pese a los deseos de la asociación Proyecto Gato, que se encarga de su gestión y mantenimiento, la cifra sigue aumentado y el problema cada vez adquiere mayores dimensiones.

Una visita a las instalaciones permite hacerse una idea de las situación allí existente. En la habitación de mayor tamaño (en la imagen superior) unos 200 gatosno comparten unos 30 metros cuadrados, un espacio a todas luces insuficiente pese al alivio que supone el patio anexo. «No tienen sitio para revolverse y de hecho cuando por las noches les ponemos unas mantas para dormir ocupan todo el suelo (ver fotografía superior de la página siguiente). Es una imagen tremenda», explica Susi Abadín, una de las voluntarias de Proyecto Gato que se encarga de atenderlos.

En la segunda habitación, aproximadamente con la mitad de espacio, viven amontonados un centenar, muchos de ellos en jaulas por motivos de salud. En este lugar se realizan las cuarentenas y atienden a los animales enfermos, en muchos casos recluidos para intentar evitar los frecuentes contagios.

Esta acuciante falta de espacio hace que no exista ningún lugar donde guardar el pienso y la arena, los útiles de limpieza o para que los voluntarios puedan cambiarse de ropa.

El pasillo de entrada, de uno por dos metros, más o menos, cumple estas funciones con grandes dificultades. Tantas, que los dos periodistas de La Voz que visitaron las instalaciones se las vieron y se las desearon para ponerse una ropa de protección antes de entrar.

Sin respuesta

La solución a esta carencia estaba prevista en el convenio que Proyecto Gato firmó con el Concello: unos locales nuevos dentro de la protectora. Sin embargo, el tiempo pasa y no se han construido. «Hemos hablado con la concejala Chus Lago, pero no hemos conseguido nada», se lamentan las responsables de la asociación, «y eso que han pasado dos años desde que firmamos el acuerdo. Nosotros sí cumplimos nuestra parte y presentamos los planos de las nuevas instalaciones».

Pese a ello, existe en el recinto una habitación nueva y vacía a la que no se le ha dado utilidad alguna.