El suceso tuvo lugar ayer a trescientos metros de las mámoas de Cedeira La escasa vegetación facilitó que la extinción del fuego apenas se prolongase durante una hora
07 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Las mámoas de Cedeira, en Redondela, se libraron ayer de ser pasto de las llamas gracias a las circunstancias favorables, tras arder un vehículo, que se cree fue robado con anterioridad. El incendio se inició en el coche a las 8.55 horas en el monte Vixiador, a unos trescientos metros de los monumentos megalíticos y se propagaron por el monte. La escasa vegetación, la humedad del terreno y la inmediata intervención del Grumir de Redondela y del servicio contra incendios de la Xunta fueron decisivos para la rápida extinción del fuego. A las 10.10 horas la situación ya estaba controlada y se consiguió que sólo ardieran 0,05 hectáreas de monte. Al lugar del siniestro acudieron, además de los servicios anteriores, miembros de la Policía Nacional para investigar las circunstancias del siniestro, al tratarse de un vehículo robado, un Volkswagen Golf. El monte Vixiador, donde se produjo el fuego, es una de las superficies forestales más extensas y de más valor del área metropolitana de Vigo. Otro incendio tuvo lugar ayer mismo en Vilaboa, también de escasa consideración. En concreto sólo ardieron 0,35 hectáreas, sofocadas de inmediato por el helicóptero de lucha contra incendios. Ambos casos fueron los únicos registrados ayer en la comunidad autónoma y entre los dos no llegaron a sumar ni media hectárea. La humedad que en la actualidad presenta el monte gallego hace que la situación todavía no sea considerada peligrosa para la propagación de incendios, según fuentes de la Consellería de Medio Rural. No obstante, destaca la importancia que tiene avisar al mínimo conato a través del teléfono 085 para evitar su rápida propagación. En lo que va de año apenas se han registrado incendios en el área metropolitana, aunque la tendencia podría cambiar si persiste de forma continuada el buen tiempo, de ahí que los responsables autonómicos adviertan de la necesidad de no levantar la guardia.