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Españoles y peculiares hasta para las compras en Internet

Colpisa

OCIO@

Los partidos de la selección, la programación de TV o el regreso a la rutina influyen en los pedidos «online»

27 ene 2015 . Actualizado a las 02:47 h.

La eficiencia germana, la flema inglesa o el romanticismo empalagoso de los franceses. Hay quien eso de los clichés asociados a sus orígenes lo tiene incrustado hasta los tuétanos. Y también los hay que los llevan incluso en los clics que reparten por la red. En el caso de los españoles, algunos son ibéricos hasta en las compras por internet. Cosas como el descanso para la comida con su consiguiente sobremesa, las grandes citas futbolísticas, la vuelta a la rutina o esa afición nacional por trasnochar influyen en los pedidos online. Unas costumbres que tiene bien interiorizadas un gigante de la talla de Amazon España, que afronta este martes el bautizado como Peak Day, la jornada en la que esperan el mayor número de encargos de 2014. El pasado año también coincidió en 16 de diciembre, día en el que se gestionaron 130.000 operaciones, lo que viene a suponer 91 cada sesenta segundos, una plusmarca que podrían batir mañana en la que serán probablemente las fiestas con mayor número de ventas online. Un auténtico examen de eficiencia para el centro logístico de San Fernando de Henares (Madrid), uno de los 28 que la empresa de Jeff Bezos tiene repartidos en seis países. El almacén despachó en esa fecha un camión repleto de paquetes cada 27 minutos y gastó 24 kilómetros en papel de regalo. El momento cumbre llegó a las 22.28 horas, más tarde que el que se registró en Alemania, Italia o Reino Unido en sus respectivos Peak Days.

Tal es la nocturnidad de los clientes españoles que la plataforma ha tenido que extender su servicio de atención telefónica varias horas, algo inédito en ninguno de sus mercados. No en vano, los españoles compran hasta un 49% más que los germanos entre las diez de la noche y la una de la madrugada. Desde la filial de la multinacional reconocen que «existe una correlación firme entre las compras y las horas de oficina, detectándose un descenso de las ventas durante las horas de la comida». Una compras que se intensifican con la vuelta a la rutina, puesto que los lunes se dan un 30% más que al final de la semana. El fútbol ha demostrado ser capaz de paralizar las constantes vitales de España. De la misma manera que el camino a la gloria mundial en Sudáfrica enloqueció las estadísticas de consumo de agua con tanta visita al urinario en el descanso, el estreno de la selección en Brasil frente a Holanda en junio alteró el número y el tipo de pedidos. Antes del encuentro, la electrónica era la reina indiscutible. En cuanto sonó el pitido inicial, las ventas se desplomaron y los libros tomaron el mando, liderados en la primera parte por El sueño oscuro y profundo de Craig Russell y por Quiero que conozcas a alguien, en la segunda. La tónica se mantuvo durante los 90 minutos, a pesar de un repunte de operaciones del 23% durante el intermedio. Cuando el balón dejó de rodar, una tarjeta de memoria de Samsung recuperó la primera posición que tenía antes del comienzo del encuentro. Los gadgets y accesorios tecnológicos copan en todas las comunidades autónomas las listas de lo más popular, salvo honrosas excepciones como cheques regalo o alguna que otra novela. Maquinas de coser Lo visto en la parrilla televisiva también puede servir a alguno como excusa para darse un capricho que de otra forma no se le había pasado por la cabeza. Recientemente, la demanda de las réplicas del DeLorean en Amazon España se multiplicó con la reposición de Regreso al futuro. Más significativo aún resulta el caso de la serie El tiempo entre costuras: las adquisiciones de máquinas de coser se dispararon un 135%, coincidiendo los picos de estos pedidos con la emisión de los capítulos. Muchos achacan al fenómeno conocido como «doble pantalla» que consiste en sentarse delante de la caja tonta con un smartphone o una tableta. Un canal de ventas que ha triplicado sus cifras en el último año. Un efecto similar al de la televisión, es el que produjo el pasado san Valentín en los internautas más románticos, que elevaron los encargos de anillos de compromiso hasta un 284%. Algo similar a lo que ocurrió en diciembre de 2013, cuando las cestas de Navidad produjeron que las peticiones de jamoneros se multiplicasen por tres.