La red social se permite la licencia de seleccionar lo que considera relevante para cada usuario. Este cambio forma parte de la nueva dinámica de la plataforma con la que algunos usuarios no están nada de acuerdo
20 ago 2014 . Actualizado a las 18:04 h.Cambios y consecutivas quejas de los usuarios. Ya es algo habitual. En su afán por mejorar el servicio que ofrecen, las redes sociales revisan a menudo sus funcionalidades, se ajustan las tuercas y se lavan la cara periódicamente, justo en el momento en el que los internautas, al fin, se habían acostumbrado a su dinámica, a su uso y a su disfrute. Y todas las alteraciones, algunas más que otras, resultan sin excepción incómodas. Esta vez ha sido Twitter quien ha reescrito sus normas de uso y ha decidido replantearse ciertas características.
A partir de ahora, la red social se permitirá la licencia de decidir qué puede interesarle al usuario. Así, con el fin de convertir la cronología en algo «más relevante e interesante», mostrará en su timeline, además de todos los micromensajes de aquellas cuentas a las que sigue, otros tuits de perfiles desconocidos. No serán retuits. No. Serán tuits de perfiles a los que el usuario no sigue.
Hasta ahora, el timeline solo plasmaba mensajes de aquellas personas a las que seguíamos, intercalados con tuits promocionales, bien identificados como tal. La semana pasada, algunos internautas comenzaron a quejarse de que le aparecían retuiteados mensajes que otros usuarios habían marcado como favoritos, no como retuits. Y, ahora, la versión inglesa de las condiciones de uso explica que cuando Twiiter identifique «un tuit, una cuenta para seguir, o cualquier contenido que pudiera ser popular o relevante», podrá añadirlo al timeline de sus usuarios. «Esto significa que a veces verás tuits de cuentas a las que no sigues», añade la red social. Esta selección se hará «teniendo en cuenta ciertas variables, que incluyen lo popular que sea o cuanta gente de la que sigue el usuario está interactuando con él».
Estas alteraciones no han sentado nada bien a los usuarios, que se las han tomado como una intromisión en su intimidad y una falta de consideración. Entienden que así perderán el control sobre lo que siguen y lo que no siguen y que sus cronologías, que tanto han cuidado, eligiendo personalmente a quién mantener en su punto de vista, se llenarán de «ruido» y se saturarán de información.