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Francia prohíbe a Amazon rebajar el precio de los libros más que en las librerías

Efe

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El fundador de Amazon, Jeff Bezos, durante una conferencia en Washington la semana pasada
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, durante una conferencia en Washington la semana pasada JASON REDMOND

La medida pretende garantizar el futuro de los libreros en el país galo, limitando los descuentos que ofrece la compra por Internet

26 jun 2014 . Actualizado a las 21:00 h.

El Parlamento francés adoptó hoy definitivamente, con un voto unánime en el Senado, un texto que prohibirá a los distribuidores de libros en línea, y en particular a Amazon que domina este mercado, venderlos con rebajas que los hagan en la práctica más baratos que el precio fijado para las librerías.

Todos los senadores dieron su visto bueno a una enmienda que se había concebido para impedir que Amazon permita a sus clientes añadir a una rebaja del 5 % en los libros y la gratuidad de los gastos de envío.

La ministra de Cultura, Aurélie Filippetti, resaltó el «consenso» que se ha verificado una vez más entre los parlamentarios sobre el mantenimiento del dispositivo francés para garantizar un futuro a los libreros.

«Es un signo del compromiso de la nación con el libro, de la idea que Francia se hace de su historia y de su futuro», subrayó la ministra socialista al comentar el fin de la tramitación de un texto que había sido presentado por la conservadora Unión por una Mayoría Popular (UMP).

Se trata de una enmienda a la llamada «ley Lang» de 1981, por el entonces ministro de Cultura, Jack Lang, sobre el precio único del libro, que establece que no se podrá aplicar más que una rebaja del 5 %.

En concreto, la nueva inserción viene a precisar que a ese 5 % no se podrán acumular otros descuentos, y los gastos de envío cuando se ofrezcan gratuitamente no podrán ser superiores a ese porcentaje.

Internet representa en torno al 17 % de los libros de literatura vendidos en Francia, y Amazon controla un 70 % de esa parte.

El gigante estadounidense alegó al inicio de ese debate que su comercio es más «complementario» que «competidor» de las librerías puesto que, más que novedades, de sus almacenes salen obras en catálogo desde hace meses o años.

También consideró que la enmienda establecía una medida discriminatoria para el consumidor por internet.