Patrocinado por:

Tuiteando desde el más allá

A. Alfonsín

OCIO@

Mantener con vida el perfil de un usuario fallecido es posible gracias a webs que permiten programar la publicación de mensajes póstumos. Algunas realizan un seguimiento de los hábitos del internauta para, tras su muerte, publicar tuits en su nombre

22 dic 2013 . Actualizado a las 16:29 h.

Para una madre que ha perdido a un hijo o para un hombre cuya mujer ha fallecido podría resultar doloroso encontrarse un día con un mensaje virtual de la persona amada invitándole a jugar Candy Crash o a visitar su perfil en LinkedIn. La vida digital de un usuario de Internet no culmina después de su muerte. Las cuentas permanecen activas a no ser que los familiares del difunto conozcan las contraseñas o soliciten la baja del servicio directamente con el proveedor. Y es que las publicaciones de generación automática y los recordatorios por el cumpleaños seguirán apareciendo repetidamente en los muros de todos sus contactos. Anunciar en las redes sociales el fallecimiento de un ser querido no dista mucho de la tradicional esquela que se publica en un periódico. El propósito es el mismo: aligerar la carga de la pérdida compartiéndola con los seres queridos. Esa vida virtual alternativa se integra por completo en nuestro día a día y nos acompaña incluso en los momentos más difíciles.

La serie británica Black Mirror ha dejado en evidencia la delgada línea roja que separa la realidad de la ficción en el universo de las ya no tan nuevas tecnologías. El episodio Be Right Back relata la historia de una joven que contrata los servicios de una empresa para que resucite virtualmente a su pareja utilizando toda la información almacenada en las redes sociales. La viuda contacta con su marido muerto a través de mensajes de texto y de voz. Esta experiencia puede resultar escalofriante, pero no es del todo irreal puesto que ya existen aplicaciones como If I Die o plataformas como Dead Social que ofrecen servicios similares. El objetivo es programar mensajes que se publicarán en cuanto un albacea previamente asignado confirme el fallecimiento del usuario.

Algunos sitios como LivesOn van más allá del envío de mensajes póstumos y ofrecen una posibilidad aún más espeluznante. Se trata de una web británica en fase experimental cuyo objetivo es alimentar cuentas de Twitter capaces de publicar mensajes a nombre de un usuario después de su muerte. Tras un registro previo la herramienta hace un seguimiento exhaustivo de sus hábitos y conductas en las redes sociales y, una vez confirmado el fallecimiento, comparte tuits generados bajo esos mismos criterios.

«A todos gústanos encontrar eses sinais»

«Lo importante es tener la oportunidad de despedirte simbólicamente de la gente que ha sido fundamental en tu vida. Luego la forma de hacerlo ya depende de las preferencias de cada uno, en mi caso he pensado en grabar un vídeo para mi mujer y mi hijo porque sé que lo que seguirá después de mi muerte no será fácil para ninguno de los dos, tal vez no se me ocurriría colgarlo en Facebook pero por el tema de la privacidad», asegura Mario, quien con 54 años se enfrenta a un cáncer terminal.

Rosario Piñeiro, vecina de Esteiro e integrante de la asociación Renacer, un grupo de ayuda para los padres que se enfrentan a la pérdida de un hijo, considera que Internet puede ser una herramienta útil para superar el duelo, pero advierte de los riesgos que existen. «Eu atopei a Renacer precisamente a través das redes sociais, para min foi un táboa de salvación, necesitaba de alguén que me entendera fóra do meu círculo familiar e de amigos máis próximos, que non me viran con mágoa, que non pensaran que estaba tola, pero temos que ter coidado á hora de entrar neles, posto que neses momentos estamos despidos, sen protección ante os aproveitados que tamén circulan pola mesma. Eu recomendaría non entrar en ningún grupo onde pidan cartos ou onde nos prometan milagres como que imos poder ver ou falar cos nosos seres queridos», apunta.

«A todos gústanos encontrar esas mensaxes, eses sinais, pero todo depende do momento», asegura Rosario respecto a la posibilidad de encontrarse en la Red con publicaciones de los familiares fallecidos.