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Facebook, Google y Microsoft miman a sus empleados en tiempos de crisis

Lorena Franco Bouza REDACCIÓN / LA VOZ

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Un empleado de Google jugando al billar en la sede de Los Ángeles.
Un empleado de Google jugando al billar en la sede de Los Ángeles. LUCY NICHOLSON

Las empresas dedicadas a las nuevas tecnologías premian el talento con tentadoras ofertas de trabajo

18 abr 2012 . Actualizado a las 21:33 h.

En los tiempos que corren, con ERES y reformas laborales que dejan al trabajador en la calle al más mínimo descuido, resulta llamativo comprobar que trabajar, al contrario de lo que pregonaba Luis Aguilé en su famosa canción, no siempre es una lata. Lo importante es saber dónde hacerlo. Si lo que interesa es trabajar para vivir y no la situación inversa, lo más razonable es acercar el currículo a los negocios dedicados al I+D y a las nuevas tecnologías.

A pesar de la crisis, Google, Microsoft, Facebook o Tuenti se hacen cada vez más fuertes gracias a sus trabajadores. Los propios directivos de estas empresas parecen darse cuenta de que para rendir hay que ser feliz. Por eso no dudan en mimar a sus empleados, empezando antes que nada por implicarlos en el propio negocio a través de la participación en acciones. Una idea simple y efectiva que garantiza el esfuerzo laboral de la plantilla. Esta receta, que parece funcionar tan bien en Apple o Google no es la única ventaja de formar parte de los gigantes que dominan la Red.

Tentar al talento

Las condiciones laborales de dichas empresas funcionan como un auténtico reclamo que busca hacerse con las mentes más privilegiadas. Pero entrar en ellas no resulta tarea fácil. Las pruebas de acceso son duras y solo a Google llegan más de 1.300 solicitudes de empleo cada día. Los afortunados que lo consiguen disfrutan de altos salarios y flexibilidad laboral que contrastan con la precariedad del sueldo medio y el rígido horario español. No escatiman en cifras y las ayudas para cada empleado pueden alcanzar varios miles de dólares. Formación, aportes para el colegio de los niños, subvenciones para los trabajadores que optan por un automóvil híbrido, etc... Todo corre a cargo de la empresa. Además de la parte económica, la empresa incentiva la creatividad de los empleados, a los que se invita a participar a través del desarrollo de ideas propias, y repara también en los pequeños detalles de cada día. Los empleados disfrutan de restaurantes con comida gratis, las áreas de descanso bien podrían confundirse con un salón de juegos y para facilitarles todavía más la vida cuentan con servicio de masajes, asistencia médica, lavandería, peluquería, tintorería, gimnasio y sala de cine. Hasta las mascotas son bien recibidas. Todo un lujo que busca crear un cultura corporativa y fomentar el espíritu de equipo para aumentar así el rendimiento del trabajador y con ello la rentabilidad de la empresa.

Los directivos de estas empresas no dudan en mimar a sus empleados

Algo similar ocurre con Microsoft. En sus orígenes la empresa tenía su sede en un garaje de Alburquerque (Nuevo México). Ahora ocupa 84 edificios situados entre bosques, campos deportivos y un lago que han dado lugar a la tranquila e idílica Redmond, una ciudad cercana a Seattle pensada para dar trabajo y vivienda a sus más de 30.000 trabajadores.

El bienestar de sus empleados es casi una obsesión y eso se traduce en trabajadores fieles a la empresa. Microsoft paga un seguro médico privado de vida y discapacidad. Las empleadas tienen derecho a baja de maternidad con tres meses de sueldo y otros dos en excedencia, mientras que los hombres pueden acceder a una baja de paternidad de tres meses, uno de ellos pagado. Los menús están subvencionados, los sueldos son buenos y vestir es cuestión de gustos, sin imposiciones. La misma libertad se da en los horarios. Más que el tiempo invertido lo que importa es el trabajo bien hecho.

Facebook, Tuenti y Twitter, las empresas del relevo, están dirigidas por savia fresca que parece haber aprendido de sus predecesores. Sus contratos de trabajo incluyen planes médicos, dentales y de visión gratuitos, ayudas para el alquiler de vivienda, desayunos, comidas y cenas diarias de balde, servicios de lavandería y tintorería, guarderías, gimnasios, aparcamientos gratuitos, incentivos para el plan de pensiones, clases de inglés y de español para extranjeros, opción de elegir entre un PC o un Mac, etc... Todo pensado para que el trabajador no tenga que preocuparse absolutamente de nada y pueda dedicarse por completo a desarrollar todavía más esa capacidad que lo ha llevado hasta el privilegiado lugar en el que está: la creatividad.