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La tecnología más moderna llega a la cesta de la compra

Colpisa

OCIO@

El INE tendrá en cuenta el consumo de tabletas, notebooks y la depilación por láser para estimar la inflación

10 feb 2012 . Actualizado a las 11:20 h.

La tecnología más moderna, a cuya adquisición dedican cada vez más recursos un número mayor de hogares, llega al Índice de Precios de Consumo (IPC), que en adelante tendrá en cuenta el gasto en los últimos adelantos informáticos al calcular la tasa de inflación. El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer este jueves los detalles del cambio de base del IPC, que elimina de la cesta de la compra de referencia productos ya obsoletos, incorpora otros nuevos y revisa el peso de los grupos de bienes y servicios sobre el consumo total de las familias.

Las novedades más llamativas están vinculadas con la irrupción de las nuevas tecnologías, en particular sobre los soportes para el registro de la imagen y sonido y sobre el material destinado al tratamiento y almacenamiento de información. El nuevo IPC de base 2011, que el INE publicará por primera vez el 15 de febrero, incorpora el gasto de los españoles en discos duros portátiles y excluye otros medios anticuados como el CD grabable y el alquiler de películas en videoclubes.

En lo que se refiere a los aparatos diseñados para el tratamiento de información, la nueva base incluye por primera vez las tabletas y notebooks

También destaca la entrada en la cesta de los últimos adelantos en servicios de estética, en particular la fotodepilación y la depilación por láser. Su toma en consideración también obedece a un cambio tecnológico que ha alterado los hábitos de los consumidores. «Es normal, ya nadie se hace la cera», fue el comentario que lanzó una especialista durante la presentación. Por último, la nueva base incluye algunos servicios paramédicos como el de logopeda y presta una mayor atención al consumo de productos de marcas blancas.

Ponderaciones

La adaptación del IPC a los cambios en el consumo de los hogares supone una revisión cada cinco años de toda su estructura. La base 2011 incluye una nueva tabla de ponderaciones, que según Estadística representa de forma «más precisa las pautas de consumo de los hogares». En ella destaca que en el entorno actual de recesión -la anterior base se hizo en 2006, año de expansión económica- los hogares destinan una parte mayor de sus rentas a transporte, vivienda, alimentos y bebidas. Y dedican menos dinero a vestido y calzado y a servicios de comunicaciones.

El subdirector general de precios del INE, Ignacio González Veiga, explicó que la mayor ponderación del transporte y la vivienda obedece a un aumento del gasto -no del consumo- por las subidas de precios de los carburantes y de la electricidad. En las comunicaciones el descenso es fruto del menor consumo de líneas telefónicas. El vestido y calzado pierden peso por las caídas de precios por la crisis (las constantes rebajas) y por la llegada de productos textiles extranjeros más baratos, sobre todo de China.

La revisión no tiene en cuenta sólo el tipo de bienes y servicios más o menos adquiridos, también recoge cambios operados en el mercado en el último lustro. Pueden ser alteraciones de hábitos de los consumidores (mayor o menor propensión a comprar en hipermercados o en supermercados de barrio) o la irrupción de nuevas gamas de artículos, entre ellos los productos llamados bio o determinados tipos de congelados.

Los precios que servirán para calcular el IPC se recogerán en 117 municipios (las 52 capitales de provincia y otros 125 ayuntamientos).

Unos 29.000 establecimientos servirán de muestra para captar los 220.000 precios con que se mide cada mes la inflación. La revisión incluye un cambio en la estimación de las variaciones de precios de los productos frescos, en particular las frutas, legumbres y hortalizas, para una medición más precisa.