Riazor se harta de desengaños

Alexandre Centeno Liste
A. CENTENO A CORUÑA / LA VOZ

ZONA BLANQUIAZUL

César Quian

La afición blanquiazul abroncó a sus jugadores tras encajar el segundo gol, cuando Mateu pitó el descanso y también a la conclusión del partido

08 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando unos profesionales de Primera División se juegan la permanencia en casa frente a un rival al que más allá del orgullo no le va otra cosa en el partido, un 0-2 a los treinta minutos hace daño, mucho daño, a una grada que lleva semanas sufriendo cuando ya acariciaba la situación.

Por eso, ese ambiente de ánimo inicial, pero sin confianza, se tornó en crítica y pitos a la media hora. Hacía tiempo que una pitada continua no se apoderaba de Riazor tan pronto. Otras veces, hacia el final del partido, sí, pero en la primera parte, pocas veces. Andone se dirigió al graderío pidiendo ánimo y la respuesta fue aumentar los decibelios de los pitidos.

Y sucedió. Aunque el fallo garrafal de Arribas contó con el indulto de la grada, el segundo tanto espanyolista resultó decisivo. Desde ese momento hasta el descanso, el sonido de viento no cesó y el Dépor abandonó el campo entre silbidos de su más que harta afición.

Tras la reanudación, la grada también se posicionó, en este caso, contra el entrenador por haber retirado al canterano Edu Expósito, convirtiéndolo así en el sacrificado por el resultado. No le gustó a Riazor esa decisión y mostró su malestar en el momento en el que se anunciaba el cambio por megafonía.

El tempranero gol de la segunda parte y el amago de mejoría mostrada por el equipo motivaron a unos incondicionales que estaban ansiosos por ver, por fin, un atisbo de fútbol o, por lo menos, intensidad. Por momentos, grada y jugadores parecieron reconciliarse. Pero la falta de ideas mostrada por el equipo provocó que, pese a la mejoría en el ambiente, hubiera instantes de crisis en busca de la victoria.

Hasta que Mateu Lahoz pitó el final. Ahí, como era de esperar, Riazor estalló y arremetió contra los protagonistas: solo se salvó Pepe Mel. El repertorio clásico de los malos momentos con «jugadores, mercenarios», «esta camiseta no la merecéis» y «directiva, dimisión», sonaron desde el fondo de General.

El resto del estadio mostró su indignación con una sonora pitada y la mayoría abandonó el campo con una resignación que se impuso a la indignación generalizada.

Las avenidas de Manuel Murguía y La Habana hablaban a la conclusión del duelo más de las posibilidades de que el Sporting no haga pleno que de su confianza en que el Dépor puntúe.

La plantilla se entrena esta mañana para preparar el choque de Villarreal

Tras el partido de ayer, el Dépor retoma los entrenamientos esta misma mañana en las instalaciones de Abegondo. Será la habitual sesión de recuperación para los titulares, pero más exigente para los suplentes y aquellos que no jugaron. La cita servirá para comprobar las recuperaciones de los lesionados Mosquera y Sidnei, pues Joselu no volverá a jugar. Mañana futbolistas y técnicos descansarán.

El Dépor disputará el domingo a las ocho de la tarde en Villarreal la penúltima jornada de Liga. Este partido se celebrará en horario unificado junto a aquellos en que está en juego algún objetivo clasificatorio. Así, entre los que incumben al equipo coruñés, a la misma hora también se jugarán el Athletic-Leganés y el Eibar-Sporting.