Malos pases, acierto final

TORRE DE MARATHÓN

CURRO VALLEJO

Solo los centrales tuvieron un porcentaje de acierto superior al setenta por ciento

20 nov 2018 . Actualizado a las 00:16 h.

El gran éxito del Deportivo en la mayor parte de esta temporada es la seguridad que tienen sus futbolistas a la hora de marcar el ritmo del partido gracias a un alto porcentaje de acierto en el pase. De hecho, es el líder en esta faceta con un 82 % de efectividad. En Almería, la escuadra de Natxo González se quedó en un 72 %. Y gracias a que sus dos centrales estuvieron por encima de la media. Domingos superó con creces el 80 % y Pablo Marí estuvo cerca. El resto de jugadores no llegaron al setenta por ciento de efectividad, lo que se tradujo en numerosas pérdidas del balón y falta de fluidez en el juego de ataque.

Ahí estuvo una de las claves de que el Deportivo jugara en Almería el que fue, probablemente, su peor partido de la temporada. Incluso por debajo del rendimiento ofrecido en Santo Domingo. La diferencia es que en Alcorcón tuvo enfrente un equipo que provocó el mal juego más de lo que lo hizo ayer el conjunto andaluz.

Intensidad

El medio del campo se vio superado por el mayor ímpetu local. Natxo fue fiel a sus principios de alinear un equipo con un medio del campo en el que la técnica supera a la fuerza. En el rombo situado de inicio solo Alex Bergantiños aporta esa mayor sobriedad por encima del descaro. Los tres cambios efectuados por el técnico en la segunda parte ejemplificaron que no le gustó lo aportado por los tres acompañantes del de la Sagrada Familia. Sintomático que Expósito, Gil y Vicente acabaran fuera en el partido. Los dos primeros ya en el descanso, con lo que el entrenador visitante buscó más presencia y músculo.

Fortuna

Otra vez acierto en los instantes finales. En un partido en el que no estaba mereciendo otra cosa que no fuera la derrota, una genialidad de Fede Cartabia y la colaboración de René permitieron a los blanquiazules empatar. Otra vez la fortuna de ese balón en los minutos finales que cuando la suerte está de cara. entra; y cuando no, se va fuera.