El canterano, ahora con ficha del primer equipo, estrenó su profesionalismo ante los micrófonos en Abegondo
15 ago 2018 . Actualizado a las 17:05 h.Diego Caballo se pasó por la sala de prensa de Abegondo. Era el protagonista del día después de que el club anunciase que el salmantino formará parte de la plantilla del primer equipo. «Es un trabajo desde hace mucho tiempo y tener la posibilidad de estar en el primer equipo es muy bonito y el haberlo conseguido es la máxima felicidad», expresaba el lateral zurdo al ser preguntado cómo había recibido la noticia de su salto al profesionalismo.
Caballo quiso recordar que este nuevo paso en su carrera no se debe solo a esta pretemporada. «No solo viene de ahora, viene de hace mucho tiempo. El año pasado se hizo un buen año en el Fabril. Se ha currado para ello y se ha conseguido», recordó el jugador que firmó el año pasado una gran campaña con el filial blanquiazul siendo uno de los jugadores más destacados del conjunto entrenado primero por Cristóbal y después por Gustavo Munúa. Caballo se centra ahora en el debut en una nueva categoría, algo que asegura que le hace muy feliz. «Es un estadio precioso y un club histórico. Va a ser la máxima felicidad posible».
Al ser preguntado sobre cómo se gestó su salto al primer equipo, el defensa aseguró que no tenía pistas sobre si su pretemporada con el primer equipo suponía un periodo para probar su aptitud para el primer equipo. «No me lo esperaba. No iba a hacer la pretemporada con el equipo pero me dieron la oportunidad y trabajé para ello. Esa era mi idea, seguir trabajando. Cuando me lo contaron me sorprendió, y me alegré muchísimo. Lo primero que hice fue llamar a mi familia para contárselo. La gente que siempre ha estado conmigo sabe lo duro que ha sido. Me fui con quince años de casa y no es fácil, no digo que sea algo malo pero salir de casa tan pronto y dejar a tu familia es complicado. Pero al final he tenido la suerte de recoger los frutos», relató Diego Caballo que, por otra parte, deslizó que este gran paso en su carrera no se le subirá a la cabeza. «Al final ayer fue un día diferente, fue el salto a la profesionalidad. Me lo comentaron por la mañana. Me cambié en el vestuario del Fabril y ahora estoy haciendo vida del primer equipo. La diferencia es que cambio de vestuario pero sigo siendo la misma persona», zanjó.
El jugador espera que otros jugadores de la cantera deportivista puedan seguir sus mismos pasos y que su salto pueda allanar el camino a otros futbolistas que llamen a la puerta del primer equipo.