Caballo le gana la partida a Saúl

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

La buena pretemporada realizada por el salmantino le ha servido para ganarse un puesto fijo con el primer equipo, lo que complica la continuidad del cántabro

15 ago 2018 . Actualizado a las 16:58 h.

«Hoy es un día muy feliz para mi. Doy el salto profesional que tanto trabajo lleva detrás. Quería agradecer a mi familia, amigos y personas que siempre han estado ahí. Agradecer al club la confianza depositada en mi y el cariño recibido por la afición». Con estas palabras celebraba ayer Diego Caballo la noticia más esperada. Porque, el salmantino ya es, a todos los efectos, futbolista de la primera plantilla del Deportivo. El lateral, que tenía el problema de que si debutaba con el primer equipo ya no podía bajar al filial -«una puñeta», llegó a decir Natxo González al respecto-, se ganó una ficha entre los 25 para la Liga de Segunda, adelantando de esta manera a Saúl García en las preferencias del técnico blanquiazul.

Formado en la cantera del Real Madrid, Diego Caballo recaló en el Fabril la pasada temporada tras militar un par de ejercicios en el Valencia Mestalla, llegando a ser convocado en algunas ocasiones con el primer equipo. Antes de irse a Valdebebas, con 15 años, en donde jugó una temporada a las órdenes de Zinedine Zidane en Castilla, a la puerta del salmantino habían llamado clubes de la talla de Totteham, Atlético de Madrid o Barcelona. Desde pequeño fue un pieza codiciada por los más grandes. Sin embargo, la oportunidad de formar parte de la primera plantilla de un club profesional no le llegó hasta ayer, cuando el Deportivo le informó de la decisión técnica.

Durante su adolescencia incluso llegó a entrenarse un día a las órdenes de Vicente del Bosque en la selección española. «Fue un día genial. Antes de entrenar, Del Bosque quiso hablar conmigo. Me dijo que estuviera tranquilo, que no me preocupara de ninguna otra cosa que no fuera disfrutar», recordaba hace poco el ahora futbolista del primer equipo blanquiazul.

Tranquilidad y sensatez

Y tranquilidad es lo que no le ha faltado a Diego Caballo durante este verano, desde que Natxo González lo convocó para el primer entrenamiento hace ya más de un mes. Poco a poco fue entrando en los partidos. Primero como extremo, luego como lateral y, entremedias, incluso jugando por dentro en la línea de mediocentros. Pero ni disponer de tantos minutos, ni el reconocimiento público de su entrenador, le hicieron perder la perspectiva: «Soy futbolista del Fabril y cuando empiece la temporada tendré que centrarme en jugar con el filial», declaraba tras un partido de pretemporada.

No será así, porque su velocidad y buen hacer por la banda izquierda blanquiazul le han servido para adelantar a un Saúl, cuyo futuro se ve ahora condicionado.

La inscripción de Diego Caballo como integrante de la primera plantilla supone todo un mensaje para el futbolista cántabro, al que le quedan dos semanas para encontrar equipo. De momento, el entrenador blanquiazul ha hecho una apuesta fuerte por la polivalencia y las prestaciones del salmantino y Saúl tiene claro que es el tercer lateral. De esta manera, el santanderino podría abandonar la disciplina blanquiazul casi inédito después de tres temporadas en las que no consiguió convencer a ningún entrenador y en medio de un conflicto judicial.