El Dépor ficha a un central de calidad

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

La Voz

El internacional suizo Fabian Schär recala en el club a buen precio en previsión de la salida de Sidnei

22 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fabian Schär empezó a despedirse del Hoffenheim con tiempo. A las dos horas del arranque de la pasada Bundesliga. En la primera jornada había sido titular frente al Leipzig cuando el conjunto milagro empató en casa con los nuevos ricos del torneo. En la segunda, repitió en el once, recién llegado de contener a Portugal con Suiza. Corría el minuto 36 cuando Julian Nagelsmann lo designó como el peón sacrificado; su equipo caía 3-0 en Maguncia. El cambio surtió efecto: los visitantes cambiaron de sistema (habían arrancado con tres atrás) y acabaron igualando a cuatro al Mainz. Schär no volvió a salir de inicio hasta la jornada doce. Aguantó hasta el descanso. El Hoffeneim caía de nuevo y volvió a firmar tablas sin él sobre el césped. A partir de entonces, un problema en el abductor (más de un mes de baja), banquillo, grada y mudanza.

No hicieron buenas migas el internacional suizo y el técnico de moda. Quizá por la precocidad de ambos. Nagelsmann empezó a dirigir al conjunto de Schär en febrero del 2016, con 28 años. El entrenador más joven de la historia de la Bundesliga salvó a la escuadra de un descenso cantado, y en el proceso acabó arrinconando a su central, titular en solo la mitad de las últimas ocho citas, entre otras cosas por problemas físicos. Pese a tener dosificado el tiempo de juego, al zaguero le dio tiempo a marcar un tanto clave (frente al Hertha); el único en sus dos campañas en Alemania. Vestigio de uno de los puntos fuertes que con solo 19 años le llevaron al Basilea.

Schär tiene (o tenía, al menos) gol. Hizo algunos en el modesto equipo de su ciudad (Wil, de solo 18.000 habitantes) antes de destaparse en St Jacob Park. Allí debutó como titular haciendo diana en un córner y repitió anotación cuando se estrenó en el once en la Liga Europa. Ya no abandonó el puesto. Participó en 38 duelos aquel curso (2012-2013) y vio puerta en ocho ocasiones.

En la temporada 2013-2014 logró media docena, y solo uno en la siguiente (la que lo llevó al Hoffenheim), en la que el Basilea cayó en octavos de la Champions frente al Oporto. Indiscutible en el conjunto suizo más laureado junto al Grasshopper, se convirtió también en fijo en su selección. Debutó (oficialmente) con gol frente a Islandia. En el siguiente partido le hizo dos a Noruega. Fue convocado para la última Eurocopa y en el estreno frente a Albania se encargó de abrir (y cerrar) el marcador.

Además de rematar bien, entiende de sacar el balón jugado desde atrás. Aterriza en A Coruña en año de Mundial. Llevarlo a la Bundesliga costó más de cinco millones de euros. Medios alemanes aseguran que sacarlo ha costado algo más de dos. El precio de tapar un posible agujero con un central de primer nivel. No triunfó con Nagelsmann, pero sigue captando interés. Principalmente en Inglaterra, donde en su momento (los mejores años en Suiza) lo quisieron el Arsenal y el Liverpool, y donde ahora sonaba para el Newcastle, de regreso en la Premier League. 

Prever un caso Lucas

La secretaría técnica blanquiazul ha apostado por el defensa que fue y que aún está muy a tiempo de volver a ser. Tiene solo 25 años y ha firmado por cuatro temporadas. No era imprescindible para Pepe Mel -«Estoy encantado con los cuatro que tengo aquí, están trabajando francamente bien», subrayó ayer el técnico-, pero podría llegarlo a ser: «El club me dijo que había que prever lo que había pasado el año pasado con Lucas y que hay posibilidades de que tengamos el mismo problema en un momento en que sea difícil reaccionar». De nuevo el adiós de Sidnei entre líneas. Schär, diestro, pero con cierta experiencia en la zona izquierda, remendaría el roto del brasileño. «Prevemos que en un futuro no muy lejano pueda haber un movimiento en esa línea del campo», insistió el técnico blanquiazul, advirtiendo de las dificultades de fichar bueno y bonito en esa demarcación. «Hemos buscado por todos lados. El kilo de central está más claro que el kilo de delantero últimamente». El importado de Suiza llega con buen cartel.