Bruno Gama y un vendaval

TORRE DE MARATHÓN

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El portugués brilló y abrió el partido en el que el Dépor goleó al Bergantiños

23 jul 2017 . Actualizado a las 17:08 h.

Llevaba años repitiendo que su deseo era volver. Varias temporadas mirando al oeste, extrañando Riazor. Emigrante portugués; eligió Ucrania para hacer las Américas y languideció en el Dnipro esperando la oportunidad, visitando A Coruña cada vez que tenía ocasión. En cuanto pudo, retornó. Volvió para vestir de blanquiazul, pero su fútbol no regresó con él. El Bruno Gama de la pasada campaña no guardaba parecido con aquel que rellenó la caja del Dépor en un momento de necesidad. Lo notó la hinchada, que tenía con quién comparar. La foto en blanco y negro retrataba a un futbolista desequilibrante capaz de apurar la línea de fondo, filtrar pases, hacer gol. El jugador que está brillando en pretemporada. El de hoy. Distinto completamente al del curso recién concluido, en el que primero Garitano y después Mel echaron de menos un extremo que se ganara su continuidad.

Este verano han vuelto a alistarse varios atacantes de banda, pero casi todos para un perfil, el diestro, donde Bruno estaba acostumbrado a jugar. Así que, de momento, el luso parte por la izquierda; y lo hace bien. Fue el mejor con diferencia en el campo de As Eiroas, sobre césped artificial. Brillo como antes había hecho en Vilagarcía o en el campus de Elviña. Casi todo lo bueno de los primeros 45 minutos (el tiempo que se mantuvo en el campo) pasó por él. Al cuarto de hora ya había hecho gol. Fue después de que Piñeiro desperdiciara el penalti que le había hecho Róber. Francis, interminable, tardó en vencerse, y el balón se fue al larguero. El meta nigeriano aún conseguiría retrasar el empate del ambicioso Bergantiños. Exhibió reflejos en la acción posterior al 0-1, nacido de la suma de Bruno Gama y Guilherme a través de una pared. El luso se asoció con todos, sin discriminar por posición. Solo la proximidad hizo que mezclara más frecuentemente con Luisinho, constante en sus subidas; a Andone le benefició su movilidad. El rumano, muy activo, recibió del 21 para anotar el segundo. Fue justo antes del descanso y justo después de que los locales reequilibrasen el marcador por medio de Rivera, a quien Francis, mano a mano, ya no frenó.

El intermedio dejó un Dépor casi nuevo. Solo el meta y Bicho regresaron de la caseta para jugar la segunda mitad. El de Sada, otro de los hombres con hambre a las órdenes de Mel, resultó fundamental. Reclamó el cuero para moverlo y asistió a Borja Valle en el tercero, fruto de una falta sacada con velocidad. El cuarto lo cazó Arribas a pase de Çolak, y el quinto lo firmó el propio turco a centro de Saúl. Con el sexto se estrenó Bakkali, ayer en punta, pero reclutado para el extremo izquierdo. Allí donde juega ahora Bruno, ya de vuelta, por fin.