El marroquí que aprendió español con el Deportivo

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Rida Mohamed viajó desde París para seguir por primera vez un partido en Riazor

23 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El amor al Dépor no entiende de fronteras ni de lenguas. Rida Mohamed tiene 28 años y nació en Marrakech, pero vive en París y acaba de viajar a A Coruña para cumplir uno de sus sueños: ver un partido del Deportivo desde el estadio de Riazor.

Rida, que ni sabía español ni tiene ningún otro vínculo con este país más que su pasión por el fútbol y el interés por la Liga, se quedó prendado del Dépor mientras veía la retransmisión por la tele del centenariazo, la final de Copa del 2002 que el equipo coruñés ganó al Madrid en el Bernabéu. «Todos mis amigos son del Madrid o del Barcelona, pero a mí me gustó el Dépor desde aquel partido y comencé a interesarme por él», explica. Tanto, que asegura que desde entonces aprendió español de leer las crónicas y ver los partidos del Dépor. Ahora lo habla y lo escribe con fluidez. El sábado pasado cumplió tres de sus sueños: seguir un partido desde Riazor, conocer a Arsenio, con el que incluso pudo sacarse una foto, y que su equipo gane. Solo le faltó ver el Fabril, pero, como él dice, «lo deja para un próximo viaje».

Al Dépor ya lo había visto en directo en una ocasión, esta misma temporada en el Camp Nou. Allí conoció a Tino Fernández y también pudo charlar con su compatriota Fayçal.

Rida estudia Comercio Electrónico en París y quiere hacer un máster en gestión de empresas deportivas. Mientras atiende a La Voz el domingo por la mañana en la cafetería de la estación de tren de A Coruña recuerdan por la televisión que acaban de cumplirse 17 años del título liguero del Dépor y emiten un resumen de aquel decisivo partido contra el Espanyol. Rida reconoce que aún no conocía al Dépor entonces, pero que hace años encontró el vídeo y es capaz de citar a todos los futbolistas y, por supuesto, a los goleadores de aquella inolvidable tarde, Donato y Makaay. «En el fútbol es muy sencillo ser de los grandes, pero yo valoro más la humildad del Deportivo. En mi país ahora mucha gente anima al París Saint Germain, pero nadie conoce nada de su pasado y se olvida de otros como el Saint Etienne, más modesto, pero mucho más rico en historia», afirma.

Cuando acabe sus estudios a Rida le encantaría trabajar en el Deportivo o vincularse al club mediante la puesta en marcha de una escuela de futbolistas en Marruecos. «Todos los clubes tienen academias en muchas partes del mundo. Creo que en Marruecos hay un gran potencial para esto», dice. Por lo pronto, se ha llevado a París el sueño de fundar una peña deportivista en la ciudad y el deseo de regresar pronto a otro partido del club de sus amores.