Sin capitán a la batalla de Cáceres

TORRE DE MARATHÓN

PACO RODRÍGUEZ

Queijeiro no llega a tiempo para la visita del Fabril al Cacereño pero quiere estar en la vuelta

20 may 2017 . Actualizado a las 16:47 h.

Álvaro Queijeiro no llega a tiempo para jugar en Cáceres este domingo (12 horas, TVG 2) el partido de ida de la eliminatoria directa de ascenso a Segunda B. El capitán del Fabril se luxó el hombro el pasado 30 de abril, pero lucha con todas sus fuerzas para llegar a tiempo para jugar el partido de vuelta, el siguiente fin de semana en Riazor. «Este domingo es muy peligroso. Y por plazos realmente no llegaría tampoco para jugar la vuelta porque hablamos que es una lesión para guardar reposo durante un mes y medio», explica el futbolista coruñés.

Queijeiro se lesionó en una fatídica última jornada de un partido resuelto ante el Castro (4-1), con la liga de Tercera División prácticamente ganada. El mediocentro se retorció de dolor nada más caer al suelo, se llevó las manos a la cara y provocó temblores en la grada de Abegondo. El público reaccionó con una fuerte ovación, mientras veía cómo el capitán se tiraba a los vestuarios con lágrimas en los ojos.

El futbolista del Fabril no olvida aquel momento y anuncia que hará todo lo posible para estar en el segundo partido, asumiendo las graves consecuencias que podría tener una recaída. «Si algún día hay que forzar es ese [la vuelta]. Como digo, por plazos no llegaría, pero a ver si con una protección puedo ir para adelante. Esta semana empecé a hacer carrera continua pero el problema está en los choques. Si se me vuelve a salir habría que operar y estaríamos hablando de cuatro meses más de baja», advierte. «Pero bueno, ojalá nos viniéramos este domingo con un 0-4, con la eliminatoria resuelta, para no tener ni que forzar. Aunque hay que ser conscientes de que eso es muy difícil porque el Cacereño es un gran equipo», añade.

Finaliza contrato

Álvaro asume el riesgo a pesar de que acaba contrato y de que ese podría ser su último partido en el Dépor. Un club al que llegó con diez años y que tan solo abandonó durante unos meses para jugar en el Narón y el pasado curso para actuar como cedido en el Pontevedra. «Mi objetivo cuando volví era ascender al Fabril y ese sigue siendo. Y luego lo que pase conmigo se verá en verano. Habrá que sentarse ver lo que quiere el Deportivo y lo que quiero yo», explica.

El centrocampista, de 24 años, llegó al Fabril el primer año del equipo en Tercera tras el descenso del 2011, y estuvo en dos fases de ascenso fallidas: las perdidas contra El Palo y el San Pedro. Su experiencia en el vestuario es fundamental. «En el primer partido, el de fuera de casa, es muy importante que marquemos gol y además no perder. Ellos son muy fuertes defensivamente y, si conseguimos este doble objetivo, tendrían que venir a Riazor a abrirse, con lo que nosotros podríamos tener más espacios para hacerles daño», argumenta.