Esquinas de doble filo para el Deportivo

Xurxo Fernández Fernández
x. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

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Todos los goles del encuentro arrancaron en acciones a balón parado, en las que el Dépor sufre y brilla

01 may 2017 . Actualizado a las 11:00 h.

El precedente encaja mejor con su perfil. Derechazo a más de 30 metros del área que se cuela a la izquierda de un portero atónito. Veinte meses han pasado desde que Tozzo, meta del Novara, hiciera la estatua para recibir de rodillas, entregado, el disparo de Guilherme. Después de aquello, el brasileño invirtió su tiempo en lesionarse de gravedad, reaparecer con el Udinese y mudarse prestado a Riazor. No había marcado antes con los italianos ni lo hizo a partir de aquel choque copero. Tampoco, antes de ayer, había visto puerta para el  Dépor, pero su desastroso comienzo de partido en Pamplona exigía una reparación. Tras ganarse una amarilla y pifiar un despeje que acabó en tanto rival en menos de cinco minutos, Guilherme se rehízo y ofreció un doble resarcimiento de manera poco habitual para él pero muy común para los equipos que se medían en El Sadar. Se convirtieron los coruñeses en el segundo conjunto de Primera que más anota a balón parado, y en el mismo duelo se consolidó también el equipo de Mel como el segundo que más recibe. El que peor neutraliza las acciones de estrategia es, con diferencia, el Osasuna

Fragilidad del rival

Blandos por arriba. Esta es quizá la versión rojilla que menos honor hace al tópico de escuadra abigarrada y difícil de rendir. El plantel que dirige Vasiljevic concede todo tipo de oportunidades. Al cuarto de hora facilitó dos consecutivas a partir de una falta de Oier en zona peligrosa. Incapaces los locales de repeler con contundencia, quedaron para dar fe de cómo Juanfran devolvía al área una pelota que cruzaba frente a la línea de gol hacia un futbolista de mediana estatura, libre en el segundo palo. Guilherme remachó en plancha el 1-1. El 1-2 lo materializó con otro remate a media altura, este con el pie. Dos toques limpios dio el Dépor en un saque de esquina. Gol número 16 en acción de estrategia en contra del Osasuna. 

Indiscutible al timón

Pasador de garantías. Al centrocampista que ayer acercó a los blanquiazules a la salida del túnel lo esperan de vuelta en Udine este verano. Allí competirá con un internacional ghanés por orientar a un conjunto en tierra de nadie. También podría encajar al lado de Badu en el trivote de Delneri, pero no son muchas las opciones de replicar en la Serie A el protagonismo que ha tenido en la Liga. Guilherme ha aireado varias veces su deseo de permanecer en A Coruña, respaldando su ambición con números. Prácticamente indiscutible salvo lesión, es el jugador blanquiazul que más pases reparte por encuentro y el mediocentro con mejor índice de efectividad en el envío tras el poco frecuente Bergantiños. Solo Mosquera promedia más balones recuperados por partido en la plantilla.

Otra vez a remolque

Un grupo falto de solidez. Retener al brasileño de cara a la próxima campaña supondría calcar prácticamente la medular de este curso. La línea más fiable en una temporada prescindible y de desenlace aún en el aire por culpa de unas carencias preocupantes. Al Dépor le falta solidez y sufre constantes despistes. Además, le cuesta entrar en los partidos. Ayer volvió a ocurrir, y eso supuso encajar desde la esquina. El balón parado como arma de doble filo. En El Sadar le dio tres puntos a los de Mel para después quitarles dos, alargando la agonía.