«Eusebio lo ha hecho del carajo»

TORRE DE MARATHÓN

LLUIS GENE | afp

El técnico de La Seca ha alterado el paso de la Real, que aspira a competición europea

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En la carrera de Joselu resultó clave un hattrick menor anotado en Ponteareas hace ya ocho años. Los tres goles de aquel amistoso frente al Pontevedra llamaron la atención de Eusebio, que le hizo debutar con el Celta pocos días después. El actual ariete blanquiazul pasó entonces a engrosar la lista de futbolistas que empezaron su carrera de la mano del técnico de La Seca, arriesgado mentor de numerosos jugadores y resucitador de la Real Sociedad.

«Lo ha hecho del carajo», reconocía ayer sin tapujos Pepe Mel cuando se le preguntaba por el papel desempeñado por el míster de su próximo rival. Admiración espontánea y sincera por quien ocupa un banquillo que el propio entrenador del Dépor estuvo muy cerca de ocupar. Su nombre se barajó tras la salida de Moyes, cuando el conjunto donostiarra penaba empatado con el descenso y con solo nueve puntos en cartera a la altura de la jornada 11 de la temporada 2015-2016. En San Sebastián optaron finalmente por Eusebio, y el técnico formado al abrigo de Frank Rijkaard ha demostrado con números y sensaciones lo acertado de la decisión.

El conjunto vasco concluyó la pasada campaña en novena posición, a apenas cuatro puntos de la séptima plaza que ocupó el Sevilla. Apuntó serias mejoras en su juego y las ha confirmado una temporada después.

La Real de Moyes era un despropósito. Un grupo de futbolistas desganados que practicaba un juego elemental. La de Eusebio quiere la pelota (promedia un 56% de posesión y un 81% de acierto en el pase) y presume de una vocación ofensiva plasmada en los trece disparos por encuentro que exhibe en su historial (solo por detrás de los tres primeros clasificados). El Dépor puede agarrarse a que los registros palidecen en casa, donde este serio aspirante a plaza en Liga Europa (a un punto del Athletic, sexto) solo ha ganado la mitad de sus partidos: ocho de dieciséis.

Por encima de las cifras, la mano de Eusebio se ha notado en las sensaciones transmitidas por un equipo al que solo el Real Madrid ha derrotado con cierta comodidad este curso, más allá de la memorable goleada recibida en Riazor. Los donostiarras han dominado con paciencia la mayoría de sus encuentros a través de un centro del campo sostenido por Prieto, Illarra y Zurutuza. Cada uno, una muestra de la valía de su entrenador.

Prieto suma 2.300 minutos, siete goles y cinco asistencias a los 33; Zurutuza ha sido dosificado para, sin disminuir su rendimiento, no pasar más tiempo en la enfermería que sobre el césped; e Illarramendi ha recuperado el nivel que lo llevó al Bernabéu para perderse allí. Faceta, la de rehabilitador, en la que ha dado varias lecciones este curso el técnico de la Real Sociedad. 

Éxito como rehabilitador

Hay ejemplos en todas las líneas. En la zaga, por ejemplo, está el de Raúl Navas. El central, adquirido al Eibar, sufrió un grave problema en su pubis que le tuvo más de un año sin jugar. Hoy es acompañante fijo de Íñigo Martínez y un constante peligro en las acciones a balón parado. Yuri, también antiguo integrante del conjunto armero, brilla en el lateral izquierdo tras dos años discretos en Anoeta. En ataque, el exponente perfecto de la mano de Eusebio es Carlos Vela. La estrella mexicana amenazaba con convertirse en prematuro exfutbolista y vuelve ahora a brillar.

Del acierto del vallisoletano como promotor de jóvenes talentos habla esta temporada Odriozola, lateral derecho de 21 años con mucha presencia ofensiva. Oyarzabal, que ya había debutado con Moyes, se ha confirmado además como extremo de gran valor. Perlas exprimidas con la pausa y cordura que ya caracterizaban al míster en su etapa como cerebro del dream team culé.