Tras sentirse de nuevo importante con la llegada de Pepe Mel, Bergantiños aparca hasta el verano la decisión de recalar o no en el fútbol norteamericano
15 mar 2017 . Actualizado a las 12:52 h.Desde que el pasado mes de diciembre supo que la MLS se había fijado en él y quería incorporarlo de cara al presente ejercicio, la margarita comenzó a deshojarse en la cabeza de Álex Bergantiños. La experiencia de conocer un atractivo país como Estados Unidos, ver notablemente incrementada su cuenta corriente y probar suerte en una nueva competición lo tentaban. Era consciente de que la oportunidad podía ser única. Poco parecía retenerlo en A Coruña. Su pequeña, Daniela, está en una edad perfecta para hacer las maletas. No tiene la carga de dejar a medias una educación primaria o secundaria. Y su protagonismo en el equipo se reducía a dejarse el alma en cada entrenamiento y poco más. Pero él buscaba una excusa a la que agarrarse para no tener que emigrar y poder seguir haciendo lo que más feliz le hace: levantarse cada mañana, coger el coche y desplazarse hasta Abegondo para enfundarse la ropa de trabajo del único equipo de su corazón: el Dépor.
Álex buscaba y buscaba. Pero todo eran respuestas negativas. Primero, vio cómo Garitano lo dejaba incluso fuera de las convocatorias de la Copa. Posteriormente, comprobó que en la Liga también apostaba por llevar jóvenes canteranos antes que a él. Kansas seguía con la caña echada y un suculento anzuelo, mientras Bergantiños se acercaba lentamente para morderlo.
Pero cuando ya se le agotaba la esperanza apareció Pepe Mel. Y con él llegó el escándalo de ocho puntos en cuatro partidos, pero también la cordura de apostar por enganchar a toda la plantilla. Entre ellos, el capitán de la Sagrada Familia.
Álex ya tenía esa excusa a la que aferrarse para no irse de A Coruña. Solo hicieron falta 48 horas de Mel en la capital herculina para que el rubio deportivista encontrara ese motivo que llevaba meses buscando. Contra el Atlético de Madrid disputó sus primeros minutos de Liga esta temporada, se mantuvo en la convocatoria en los siguientes dos encuentros y frente al Barcelona le llegó la oportunidad de debut como titular.
Saltar al campo, tanto contra el Atlético como contra el Barça, y sentir el cariño y aliento de ese estadio que vitoreaba su regreso sirvió para cerrar con llave la puerta de salida de un Álex Bergantiños que, aunque el mercado de fichajes en Estados Unidos sigue abierto, ya ha adoptado la decisión definitiva de aparcar hasta el verano el momento de replantearse su salida.
Bergantiños vuelve a estar feliz. Disfruta cada entrenamiento. Y sabe que cada semana puede llegarle una oportunidad. Se siente importante en el Dépor. Uno más. Su gol y su protagonismo contra el Barça no han servido sino para confirmar su decisión firme de seguir en A Coruña.
A final de temporada, dependiendo de la confianza que vea que deposita Mel en él y de la intención del técnico de cara a la próxima temporada, volverá a replantearse la situación. De momento, el Dépor seguirá contando con su capitán.