La cuenta pendiente de Neymar con el Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

Andreu Dalmau | EFE

Líder en la Champions ante el PSG, apenas ha brillado frente al equipo coruñés

10 mar 2017 . Actualizado a las 13:22 h.

Para unos, fueron 549 segundos de magia; para otros, una noche de Balón de Oro. Para el propio Neymar, el electrizante 6-1 del Barcelona sobre el Paris Saint-Germain en la Liga de Campeones se ha convertido en el punto máximo en su carrera. Si el Barcelona pasó a cuartos de final de la Champions, se debe en gran medida al extraordinario talento, habilidad y fe del delantero brasileño, que antes ya había provocado el penalti del 3-0, pero del minuto 88 al 95 anotó un gran gol de falta, marcó desde los once metros el 5-1 y asistió a Sergi Roberto para el delirio definitivo. «El mejor partido que he jugado en mi vida», admitió tras la extraordinaria remontada de su equipo, que pasado mañana (16.15 horas, beIN LaLiga) visitará Riazor en plena resaca festiva, pero también sin margen de error para alcanzar otro de sus objetivos de la temporada, el título de Liga.

La noche tras el histórico encuentro se prolongó para los futbolistas del Barça, y el brasileño no se convirtió en una excepción. Contó, además, con la compañía de otro deportista ilustre, el tricampeón del mundo Lewis Hamilton, quien se encuentra en Barcelona en plena pretemporada de fórmula 1. «No puedo superar lo increíble que fue la noche pasada, este tiro libre fue épico. Casi pierdo mi voz», escribió en su cuenta de Instagram el piloto, al tiempo que adjuntaba un vídeo de la falta directa que Neymar marcó y que significaba el momentáneo 4-1.

Mejor que Hamilton no venga el domingo a Riazor, porque el Dépor no trae buenos recuerdos al astro. Claro que nunca ha perdido, pero las actuaciones individuales que protagonizó no se caracterizaron por su brillantez. En cinco partidos marcó un único gol, el último del 0-8 de la pasada temporada, y repartió tres asistencias, las dos últimas en el partido de la primera vuelta en el Camp Nou (4-0) para el tercer tanto, obra de Luis Suárez, y el cuarto, de Messi. Este sí que se revela como una auténtica bestia negra deportivista, con 17 goles en 14 enfrentamientos. 

Un regate y una expulsión

Quizá Laure matice el rendimiento de Neymar contra el Dépor, pues se llevó la peor parte por dos veces. Todo comenzó en el feliz 2-2 del 23 de mayo del 15, cuando los coruñeses sumaron en la última jornada el punto que precisaban para salvarse. Con 1-0, el barcelonista hizo un regate con sombrero sobre el lateral que aún figura en las videotecas entre los más espectaculares lances del azulgrana. Y dispone de unos cuantos. El pasado octubre se volvieron a ver las caras y el deportivista fue expulsado por propinarle un codazo.

El gran partido contra el PSG de Neymar, que solo tiene 25 años, espantó el fantasma de la Messidependencia que recorre el Camp Nou cada vez que el 10 atraviesa una época de vuelo raso. El brasileño aprovechó así un partido de repercusión planetaria para salir de la sombra del jugador sobre el que todo gira en el club azulgrana. «Llevaba una semana ansioso, loco por jugar el partido e intentar hacer historia con el Barça. Parece que no llegaba nunca, pero al final ha sido maravilloso», dijo.