Riazor tiene una solución de urgencia

josé m. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

PACO RODRÍGUEZ

La polémica de las cubiertas Si se acredita una «necesidad inaplazable» o «razones de interés público», la sustitución de las estructuras podría realizarse en la mitad del tiempo que calcula la Marea

10 feb 2017 . Actualizado a las 13:04 h.

Riazor exige soluciones inmediatas y la Ley admite la posibilidad de recortar los plazos cuando responde a «una necesidad inaplazable» o a «razones de interés público». Si para algo ha servido el temporal que arrasó buena parte de la cubierta del estadio es para confirmar la ausencia un plan preventivo de mantenimiento -responsabilidad de los distintos gobiernos que han pasado por María Pita desde el año 2000- y la necesidad de un proyecto que solucione cuanto antes un problema que afecta a la seguridad de los usuarios.

Las obras de reparación (el parcheo) comenzaron el miércoles y desde el gobierno municipal existe el compromiso de que se podrá disputar con total seguridad el Dépor-Alavés del sábado 17 de febrero. Finalmente, en los próximos días -así lo afirmo ayer José Manuel Sande, concejal de Deportes- el Ayuntamiento licitará un contrato de mantenimiento y mantendrá una reunión con el Deportivo el próximo miércoles, para, textualmente, «abordar e analizar as alternativas que se barallan na obra das cubertas do estadio municipal». Una vez solucionado el problema más inmediato -parcheo-, lo realmente preocupante es conocer el estado de las estructuras de unas cubiertas cuya construcción data, en un caso (Preferencia y Tribuna) de 1982 y, en otro (Maratón y Pabellón), de 1996. De ello depende la mayor o menor urgencia para trazar un nuevo plan.

Una vez anulado el anterior proyecto, la Marea se ha comprometido a impulsar uno nuevo, del que se ha avanzado que se invertirán unos 7 millones de euros y cuyas obras arrancarán a principios de septiembre del 2018. Con el recuerdo del anterior -de bastante menos envergadura- y los plazos de entonces, el cálculo de finalización más optimista remite al verano del 2020. ¿Resistirán hasta entonces las estructuras?

Los plazos

«De entrada, parece difícil acurtar máis os prazos», reiteró ayer el concejal de Deportes, José Manuel Sande, en clara referencia a que el proyecto seguirá el mismo procedimiento ordinario que puso en marcha el gobierno del PP a finales del 2013 y cuya polémica rescisión se cerró de forma amistosa entre la empresa adjudicataria, Dragados, y el gobierno de la Marea.

¿Puede permitirse otros tres años y medio de espera la rehabilitación o recambio la dañada estructura de la cubierta de Riazor? ¿Contrariamente a lo expuesto por José Manuel Sande, existe alguna posibilidad de acortar los plazos de ejecución? Existe una solución y así lo contempla la Ley de Contratos del Sector Público, que prevé dos posibilidades para que el expediente de contratación se tramite de una forma acelerada: la de emergencia y la urgente. Para este caso, los expertos consultados descartan la primera (tramitación de emergencia), ya que se contempla para situaciones excepcionales y se refiere, según la propia Ley, a cuando «la Administración tiene que intervenir de forma inmediata a causa de acontecimientos catastróficos». En este contexto podría integrarse el parcheo que se está realizando estos días.

¿Podría contemplarse la sustitución de las estructuras de Riazor -objetivo del proyecto de la Marea- por una tramitación de urgencia? El Artículo 112 de la Ley de Contratos del Sector Público permite esta posibilidad cuando responde «a una necesidad inaplazable o cuya adjudicación sea preciso acelerar por razones de interés público», lo que exigiría por parte del «órgano de contratación» -en este caso, el Ayuntamiento de A Coruña- la declaración «debidamente motivada», es decir con un detallado informe técnico que justifique el interés público o la necesidad inaplazable.

Deterioro de la estructura

Los abundantes documentos gráficos que han puesto en estado de alerta la situación, la estructura de la cubierta de Riazor presente un importante deterioro que necesitaría un estudio técnico en profundidad. De cualquier forma, si el actual gobierno municipal estima que es necesario invertir 7 millones en su completa sustitución -y no los 2,9 que presupuestó en el 2014 por el gobierno del Partido Popular- es porque considera prioritaria y necesaria -¿inaplazable?? la obra.

Si los informes técnicos lo acreditan encajaría un procedimiento de urgencia que, en el peor de los casos, reduciría cada uno de los plazos -proyecto, licitación, concurso, ejecución... - a la mitad del tiempo estimado inicialmente, con lo que Riazor podría disfrutar de cubiertas nuevas antes del verano del 2019. Incluso, como en este caso, aunque el valor estimado supere los 5.225.000 euros y que, por tanto, está «sujeto a la regulación armonizada», por lo que debe publicitarse en todo el ámbito de la Unión Europea.