«Además de juego, respeto»

Iván Antelo A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Con 3 amarillas recibidas en 15 partidos, el Deportivo es el rey del juego limpio y presume de señorío por todos los campos que pisa

14 ene 2017 . Actualizado a las 17:02 h.

«Desde el principio lo comentamos y este grupo es tan maravilloso que ya no ha hecho falta hablar más sobre ello. En pretemporada les explicamos a las jugadoras que tenían que ser responsables en todo lo que hiciéramos porque representamos a un club como el Dépor, con una historia detrás y una masa social importante a la que no debemos defraudar. Además de juego, respeto. Y no solo con las rivales, también con los árbitros y por supuesto fuera del campo».

Así explica el entrenador Manu Sánchez la razón de que el Deportivo solo lleve tres cartulinas amarillas en quince partidos jugados. Dos de ellas por faltas y solo una por protestar -a Míriam en la octava jornada-.

«Desde la dirección deportiva planteamos un reglamento interno de sanciones, pero es algo que ni siquiera llegamos a poner en marcha porque, como dije, este grupo es muy bueno en ese aspecto. Con tres tarjetas no nos daría ni para compartir pipas», destaca Sánchez con humor.

«Tenemos algunas normas internas como la de no salir tarde a entrenar pero poco hemos tenido que intervenir. Y eso que entrenamos cuatro días a la semana y no es fácil cumplir siempre, pero las chicas se comportan como auténticas profesionales. Son conscientes del escudo que representan», agrega el preparador del conjunto blanquiazul.

El Deportivo femenino es uno de los tres únicos equipos que no ha recibido expulsiones y tan solo el Friol, el Sporting y el Ave Fénix se le aproximan en tarjetas amarillas recibidas -con una cifra en torno a las diez-, por las casi treinta de conjuntos como el Gijón. El Dépor femenino presume de señorío y no solo por la escasez de amonestaciones.

En la Copa Diputación se dejó meter un gol minutos después de haber anotado el suyo en una situación en la que una rival estaba tendida en el suelo. «Lo del Victoria lo habríamos hecho igual en la Liga. La línea entre ser un equipo deportivo y no serlo es muy delgada. En Matamá nos pasó que echamos el balón fuera para que atendieran a su jugadora y nos la devolvieron al saque de banda presionando la salida. Nosotros entendemos que lo más deportivo es dársela a la portera y así lo hacemos siempre. Ahí hubo un momento de debilidad y lo tuvimos que recalcar en el descanso. A pesar de lo que nos hagan, nosotros la devolvemos a la portera. Es lo más leal», explica. 

Otros detalles

Pero hay más detalles. «La final de la Copa Diputación la jugamos en casa del O Val para ayudarles. Nos lo pidieron porque lo estaban pasando mal económicamente y todo lo que sea ayudar a un club, nosotros encantados», explica. «Contra el Ave Fénix el árbitro no nos dejó jugar con ninguna de nuestras equipaciones y nos prestó una el delegado del Tropezón. A la semana siguiente volvíamos a Santander para jugar contra el Monte y las chicas le regalaron una camiseta del equipo firmada por ellas a esa persona que nos ayudó», añade. «Además, las jugadoras firmaron pósteres y dos balones el día de Nochebuena para que el club Os Miúdos los empleasen para causas solidarias y nuestra fisio Andrea sale a atender también a las rivales», finaliza.